Daniel Gómez (ALN).- “Estamos con usted 100%”. Eso le dijo Mike Pence a Juan Guaidó en su primera toma de contacto. No mencionó las armas. Ni la fuerza. Porque el Grupo de Lima y EEUU sólo contemplan soluciones pacíficas. Como aumentar la presión diplomática, sancionar directamente al régimen, y conceder más poder a la Asamblea Nacional de Venezuela.
Mike Pence se encuentra en Bogotá participando en la reunión del Grupo de Lima. Una cita marcada por lo acontecido el sábado. Día en que el régimen de Nicolás Maduro impidió el ingreso de ayuda humanitaria con perdigones, bombas lacrimógenas y fuego.
Este evento, que terminó con al menos cinco muertos, y más de 60 heridos, encendió los ánimos y puso sobre la mesa la opción más controvertida que en estos momentos maneja el equipo de Juan Guaidó: la solución militar. Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional, dijo el domingo que en Bogotá se planteará “el uso de la fuerza”.
Guaidó, tras los altercados del sábado, apuntó que todas las opciones están sobre la mesa, aunque luego suavizó el tono y dijo que esas opciones estaban en línea con la diplomacia. Es esto lo que se tratará este lunes en el Grupo de Lima.
“El dilema no es entre guerra y paz. El dilema es la importancia de la democracia. La plena vigencia de los derechos humanos. El entendimiento entre vecinos. Venezuela no será un santuario de terroristas. Con determinación tenemos que buscar la paz y utilizar todos los mecanismos diplomáticos”, reiteró Guaidó este lunes al lado de Pence.
“Es el momento de toda la región de actuar y seguir construyendo capacidades con todas las exenciones internacionales posibles y con todas las fuerzas posibles para que cese la situación que sufre Venezuela”, agregó el presidente encargado antes los representantes del Grupo de Lima.
Luego de Guaidó tomó Pence la palabra. “Esperamos una transición pacífica a la democracia. Pero todas las opciones están sobre la mesa”. El vicepresidente de EEUU recordó que la solución militar sigue estando presente, y que intensificarán las sanciones contra el régimen con estas cuatro actuaciones:
– Congelar los activos de PDVSA en Latinoamérica.
– Transferir los activos venezolanos del gobierno de Maduro al gobierno de Guaidó.
– Restringir entrega de visas al círculo de Maduro.
– Votar para incorporar a la Venezuela de Guaidó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La reunión que está teniendo lugar en Bogotá será trascendente por la conversación que los mandatarios de Venezuela y EEUU puedan mantener en privado. Porque también participan en el diálogo el presidente de Colombia, Iván Duque, y sus homónimos de Panamá y Guatemala, Juan Carlos Varela y Jimmy Morales.
La reunión, por tanto, agudizará la presión contra el régimen de Maduro y señalará un nuevo punto de quiebre en la “guerra de desgaste” que se está librando en Venezuela.