Daniel Gómez (ALN).- Ahora resulta que el Gobierno venezolano atenta contra la soberanía nacional de Estados Unidos pues financia la caravana de migrantes que marcha hacia la frontera. Eso dice el vicepresidente, Mike Pence. Lo cual es una nueva pieza para el expediente de la solución militar en Venezuela que manejan desde Washington. Un expediente que condena a un narco-Estado. A un Estado mafioso y terrorista, que, además, con el éxodo, hace tambalear la integridad regional.
La intervención militar en Venezuela está sobre la mesa. Lo hablan en Washington, en Bogotá, en Santiago, en Bruselas. Públicamente, algunos mandatarios regionales y también internacionales rechazan esta solución. Pero otros, en cambio, la justifican. Y, además, con argumentos. Afirman que el Estado venezolano es un narco-Estado, un Estado mafioso e incluso terrorista apoyado por las FARC, el ELN y hasta Hezbolá.
Sobre ello ahonda en una reciente entrevista en ALnavío el venezolano Diego Arria, excandidato presidencial y expresidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, quien es, de paso, un firme convencido de que el presidente Donald Trump se toma muy en serio esta acción armada. Sobre todo, porque la irresponsabilidad del Gobierno venezolano moviliza a millones de venezolanos fuera de sus fronteras.
“El éxodo masivo es una carta. Para Trump esa es una carta clave. Es el elemento más trágico. Puede decir: yo voy a resolver esto. Y lo veo decidido a eso”, comentó Arria en la entrevista. Y como a EEUU argumentos no le faltan, desde la Casa Blanca suman otra pieza al expediente de la intervención.
¿Está dispuesto Donald Trump a decretar la intervención militar en Venezuela?
“El presidente de Honduras me dijo que [la caravana de migrantes] fue organizada por grupos de izquierda hondureños, financiada por Venezuela y enviada al norte para desafiar nuestra soberanía y nuestra frontera”.
Eso dijo el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, este martes en un foro organizado por The Washington Post. Le preguntaron por la caravana de 7.000 centroamericanos que marchan hacia EEUU. En concreto, por la presencia de gente del Medio Oriente, que, según Trump, hay en ese río migratorio.
Pence ratificó la idea del presidente, y sin venir a cuento, sacó el dato que le dio el mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández. Que Venezuela financia esa caravana que “desafía la soberanía” de EEUU.
Javier Nart, antiguo corresponsal de guerra en países como Nicaragua y Honduras y vicepresidente del Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, afirma que el dato de Pence no es cierto. “Venezuela aquí no ha financiado nada porque no pinta nada. El responsable americano es un perfecto irresponsable al decir eso”.
Nart conoce de primera mano San Pedro Sula, la ciudad hondureña de donde partió la caravana. “Es una de las ciudades más peligrosas del mundo. Vivir ahí, con familia, es contemplar cómo los tuyos están en un riesgo permanente. Se van porque buscan un oasis de seguridad. Y eso lo encuentran en EEUU. Lo suyo es desesperanza y desesperación. Una trágica situación que merece respeto. No manipulación”.
Pese a que el diagnóstico de Pence y su aliado, el presidente de Honduras, sea erróneo, incluso una “manipulación” (el río migratorio desde Centroamérica hacia EEUU lleva produciéndose más de tres décadas), lo cierto es que la solución militar en Venezuela es un tema cada vez más caliente. Hasta el dirigente chavista Juan Barreto, exalcalde del Área Metropolitana en tiempos de Hugo Chávez, así lo piensa.
“Se está configurando un cuadro intervencionista, una bomba de tiempo que hay que desactivar”, dijo en la cadena Unión Radio. En este sentido, el propio Barreto fue ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para denunciar el supuesto acto de guerra contra Venezuela.
Barreto asegura que hay “tambores de guerra” animados por la más que probable elección en Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro, y también, por el papel del presidente Iván Duque, en Colombia, a quien culpa de “viajar por el mundo para hablar de Venezuela”.
Colombia, la UE y Chile rechazan la opción militar
Duque visitó el Vaticano y Bruselas esta semana. En su agenda uno de los puntos era la crisis venezolana. Un punto que abordó con el Papa Francisco, con los eurodiputados, así como con funcionarios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). No se ha filtrado nada sobre esas reuniones, pero en un acto público, Duque aseguró que “no es una solución” invadir militarmente Venezuela. Y que lo efectivo es “aislar” a Venezuela.
Sobre el aislamiento ahondó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, este martes. Aseguró que la Unión Europea mantendrá las sanciones contra los funcionarios chavistas, al mismo tiempo que descartó la opción militar. En este punto, lo que llama la atención no es que Mogherini la descarte, sino que se refiera a ello en una alocución en la Eurocámara. Lo cual demuestra que la acción militar sí está sobre la mesa. Aunque no sea deseable.
No es deseable para Bruselas. Tampoco para Bogotá. Ni tampoco para Santiago. Ya Sebastián Piñera, presidente de Chile, dijo en su reciente gira por Europa que “no apoya la salida militar en Venezuela”.
Una operación complicada
Otro de los factores que complican la intervención militar en Venezuela es la complejidad de ejecutar una acción así en el país latinoamericano. Lo recuerda a ALnavío Anna Ayuso, investigadora senior para América Latina del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (Cidob).
Ayuso: “Una acción armada sería muy complicada a no ser que logren poner de su parte a los militares venezolanos”
“De facto Venezuela es un régimen militar. El ejército forma parte del Gobierno. Una acción armada sería muy complicada a no ser que logren poner de su parte a los militares venezolanos. Lo cual también parece difícil porque el Gobierno los ha purgado a casi todos”, explica.
El caso es que en Washington esta idea cada vez cobra más peso. La referencia de Pence, casi en tono bélico, en relación a la caravana supuestamente financiada por Venezuela. La torpeza del secretario general de la OEA, Luis Almagro, al confirmar que la solución militar sí era una opción.
Hace dos semanas, también en Washington, William Brownfield, exembajador estadounidense en Caracas en el gobierno de George W. Bush, arremetió duramente contra el régimen de Nicolás Maduro. “Es más que un narco-Estado”, dijo. Y palabras así no son nada conciliadoras.