Daniel Gómez (ALN).- Que en Venezuela hay dos oposiciones al gobierno de Nicolás Maduro se ha hecho más que evidente tras la designación de los cinco rectores del CNE, dos de ellos opositores. Opositores, pero no de la línea que marca la plataforma política de Juan Guaidó, quien rechaza al nuevo CNE, sino de otra que apuesta por una reinstitucionalización paulatina de las instituciones del país. La pregunta ahora es: ¿A qué oposición respaldará ahora Washington? EEUU le había pedido a Maduro “acciones concretas” para restablecer la interlocución. Y la del CNE lo es.
Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, lanzó este martes una advertencia a Nicolás Maduro.
“Apoyar la democracia significa condenar a aquellos que pisotean la democracia y los derechos humanos”, dijo en un discurso virtual para la reunión anual del Consejo de las Américas en Washington justo antes de mencionar a Maduro.
“En Venezuela, el brutal régimen de Maduro sistemáticamente ha restringido los derechos de sus ciudadanos. Sus abusos, corruptelas y mala administración han avivado una crisis humanitaria que afecta a millones de personas que no tienen para comer, o no cuentan con acceso a la salud, y que ha provocado el desplazamiento de millones más”, agregó.
La advertencia del jefe de la diplomacia estadounidense se produjo el mismo día en el que Caracas dio un paso clave para mejorar las relaciones con Washington. Ya había enviado señales como el acceso del Programa Mundial de Alimentos y la medida de prisión domiciliaria a los seis ejecutivos de Citgo, la filial de PDVSA en Houston, presos con cargos de corrupción. Pero EEUU exigía más.
Este martes, la Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por el madurismo, designó los rectores para el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), el árbitro que velará por los comicios para gobernadores y alcaldes previstos para finales de 2021.
Dos de los cinco rectores elegidos son abiertamente opositores. Uno es Roberto Picón, ingeniero de sistemas designado por la sociedad civil. Y el otro es Enrique Márquez, vicepresidente de la Asamblea Nacional por el partido Un Nuevo Tiempo durante la presidencia de Henry Ramos Allup.
Los otros tres rectores representan al gobierno.
En cualquier caso, la designación del CNE fue una noticia positiva para muchos en la oposición. Lo entienden como un primer paso para recuperar las condiciones que paulatinamente han ido perdiendo desde la llegada del chavismo al poder. Tanto Picón como Márquez son personalidades de reconocido prestigio. Críticos con el oficialismo. Pero conscientes de que la salida de la crisis de Venezuela necesita un proceso de reinstitucionalización.
Otra parte de la oposición piensa diferente.
“Los partidos políticos de la plataforma unitaria venezolana, reiteramos que, ante la gravísima tragedia humanitaria y el sufrimiento del pueblo venezolano, la verdadera solución de fondo consiste en construir un Acuerdo Político, Social y Humanitario”, apuntan desde la plataforma política que lidera el opositor Juan Guaidó.
“Las consecuencias de querer imponer un árbitro electoral serán las mismas que en 2018 y 2020: arrastrar a Venezuela a un desastre mayor”, dice el propio Guaidó.
Estas palabras hay que tenerlas en cuenta en un momento clave para la relación entre Caracas y Washington. A pesar de que Guaidó empata con Maduro en términos de rechazo político entre los venezolanos, según el más reciente sondeo de Datanálisis, el opositor es la voz de referencia de Venezuela en EEUU, donde lo siguen considerando presidente encargado.
La designación del CNE es un episodio clave ya que el gobierno de Joe Biden le ha pedido a Maduro “acciones concretas” para levantar las sanciones contra Venezuela. Acciones concretas en el terreno electoral. Y la del CNE lo es.
“Lo del CNE es un buen inicio, aún incipiente, imperfecto, pero que abre camino para que la oposición en su conjunto se organice socialmente para movilizarse alrededor de este proceso; una ruta que será compleja, que probablemente provoque fricciones y también frustre expectativas”, dice el politólogo venezolano Michael Penfold.
“Un importante paso en la recuperación de la vía electoral y la reinstitucionalización de nuestro país. La democracia se conquista con votos”, sostiene el economista Francisco Rodríguez.
“Hoy inicia un nuevo camino para la reinstitucionalización pacífica y democrática en Venezuela, que debe incluir a todos los venezolanos”, afirma la profesora y política Mercedes Malavé.
“Yo con este CNE quiero votar”, asegura Jorge Roig, expresidente de Fedecámaras.
Académicos, empresarios y políticos bendicen el nuevo Consejo Nacional Electoral. Ese que desacredita Guaidó. Ese que también rechazó Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Ante la designación en Venezuela de un nuevo Consejo Nacional Electoral por parte de una Asamblea Nacional ilegítima, la Secretaría General de la OEA rechaza y condena estas acciones de la dictadura”.
Ahora la pelota queda en el terreno de EEUU. ¿El nuevo CNE será un paso suficiente para que Biden acepte negociar con Maduro? Si así ocurre, la reordenación de fuerzas en Venezuela será inevitable porque las voces predilectas de la oposición no serán la de Guaidó y su plataforma unitaria.