Redacción (ALN).- El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha retomado las deportaciones bajo el Título 8.
La medida implica que los migrantes que crucen la frontera de forma irregular serán evaluados por agentes del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (Uscis) y sometidos a una entrevista de miedo creíble para determinar si son expulsados o si se les permite solicitar asilo, reseña El Pitazo.
Este proceso se lleva a cabo mientras los migrantes están en custodia de la Patrulla Fronteriza (CBP), explicó Ariel Ruiz, analista del Instituto de Política Migratoria en Washington D.C. a Voz de América.
Están cruzando el río Bravo
Las constantes fallas de la aplicación «CBP One», que Estados Unidos habilitó para que migrantes gestionen su cita para asilo, causan desesperación entre migrantes en la frontera norte de México, donde ahora suelen saltar al río Bravo para urgir una solución.
Este es el caso de la comunidad migrante que habita en el campamento habilitado en Matamoros, en el límite con la ciudad estadounidense de Brownsville, Texas.
Apoyados en inflables, sogas y botellas de plástico, niños y adultos atraviesan el caudal que, tras lluvias crecientes, acarrea una corriente peligrosa.
Con información de EFE