Carlos Moreno (ALN).- Nicolás Maduro montó su propio diálogo con una fracción de la oposición, pero Estados Unidos sabe en qué consiste la jugada. Por eso quiere acelerar la activación del TIAR en la OEA y enfilar con las “opciones económicas” para debilitar al régimen. Las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) emitieron un comunicado asegurando que EEUU sólo busca derrocar a Maduro. Juan Guaidó, presidente encargado, afirmó que ya es hora de una “solución real”. Milos Alcalay, exembajador de Venezuela ante la ONU, dijo al diario ALnavío que las puertas a los mecanismos sancionatorios están abiertas.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos está claro y sabe que el diálogo de Nicolás Maduro es una jugada para ganar tiempo. La firma de los pactos entre el régimen y una fracción de la oposición sin Juan Guaidó ni los grandes partidos, la asumen prácticamente como un insulto.
Y por eso Estados Unidos busca acelerar los acuerdos en la Organización de Estados Americanos (OEA) para activar, sin demoras, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
El despacho de Mike Pompeo también quiere pasar a la acción, estrechando aún más el cerco financiero al régimen. “Esperamos reunirnos con nuestros socios regionales para discutir las opciones económicas y políticas multilaterales que podamos emplear para la amenaza a la seguridad de la región que representa Maduro”.
Hua Chunying, portavoz de la Cancillería de China, manifestó el rechazo de su gobierno a la aplicación del TIAR en contra del régimen de Maduro. Sostiene que se adhieren a una relación dialogada y negociada que pase por la Constitución de Venezuela y los partidos de oposición, lejos de cualquier intervención militar, publicó Telesur.
Si Maduro creía que bajaría las presiones buscando fracturar a la oposición, pues el efecto ha resultado en todo lo contrario. Washington ha confirmado que las sanciones “no se levantarán hasta que se vaya”, según el comunicado.
Lo acusan de ser el primero en romper las negociaciones impulsadas por Noruega, a las que ahora sí quiere regresar, pero Estados Unidos ya lo toma a juego. “Ven las negociaciones como tácticas dilatorias”, agrega.
El TIAR se discute en la OEA, la semana pasada fue punto de debate en el Consejo Permanente, y el próximo paso es su activación definitiva. Y si Estados Unidos lleva la batuta para diseñar el cerco económico vendrán más bloqueos importantes para las finanzas del régimen.
El artículo 8 del TIAR establece la ruptura de las relaciones comerciales y contempla: “la interrupción parcial o total de todas las relaciones económicas, o de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radiotelefónicas… y el empleo de la fuerza armada”, y aunque esto último (la intervención militar), ha sido descartado de momento por Washington, se mantiene la puerta abierta.
Y siguiendo la política de sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, la posición del gobierno de Donald Trump de acelerar el TIAR puede interpretarse claramente como una estrategia, ahora conjunta entre todos los países que apoyan la medida, para aislar más al régimen.
No hay medias tintas en ello, hay sí, una serie de opciones que estrechan el cerco. ¿Es posible que Colombia, Argentina, Perú, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, República Dominicana y EEUU cierren los vuelos desde y hacia Venezuela? ¿Es factible que cierren conexiones marítimas?
Para Milos Alcalay, exembajador de Venezuela ante la ONU, las medidas están claras en el acuerdo y serán los cancilleres quienes en la próxima reunión de la OEA determinarán con cuáles medidas comienzan a aplicar el TIAR.
“Se activa un sistema de seguridad interamericano. Siempre desde el régimen argumentan la intervención militar para conseguir respaldos, pero el TIAR es mucho más. Y el régimen de Maduro representa un factor de inseguridad en la región, desde su apoyo a las guerrillas y grupos terroristas islámicos, hasta la destrucción de la economía del país que arrojó a más de cinco millones de venezolanos al exterior. El TIAR abre las puertas a los mecanismos y las sanciones económicas”, señaló Alacalay.
El TIAR así lo plantea, y por el discurso utilizado en el comunicado del Departamento de Estado la opción sí está sobre la mesa.
Las Fuerzas Armadas del régimen ya se pronunciaron y afirman que el apresuramiento de los EEUU es para poner en marcha la vía militar e intentar derrocar a Maduro cuanto antes.
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Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa de Maduro, dijo que si Venezuela era agredida habría un impacto mundial y eso haría del hemisferio una zona de guerra.
“Nos negamos a ese tratado; no sirve, es un instrumento para la guerra. Basta ver el promotor de este TIAR, basta ver la acción de traición con el mismo tratado. Es imperativo que un desenlace tendría consecuencias en toda Latinoamérica, convirtiéndola en una zona de guerra. Lo que ocurra en Venezuela, el mundo debe tenerlo claro. Si es agredida, pues tendrá impacto regional y mundial. Evalúen bien”, dijo en un pronunciamiento de las FAN.
Pero Padrino López responde sólo desde el plano militar, y no el económico que es por donde surgirían las medidas más agresivas de entrada.
Juan Guaidó, el presidente encargado, ha recalcado este martes que Venezuela está en una emergencia que debe tener respuestas pronto, y desde la Asamblea Nacional pidió coordinar una sola estrategia con todos los factores nacionales e internacionales “para aumentar la presión en todos los sectores y lograr una solución real al conflicto”.
Un discurso que tiene similitudes con la respuesta del Departamento de Estado. “El usurpador ya no gobierna, el régimen no tiene cómo tomar una solución y por eso abandonó el mecanismo propuesto por Noruega”, dijo, un formato que el propio Guaidó aseguró ya estaba agotado.