Zenaida Amador (ALN).- El Departamento del Tesoro de EEUU emitió nuevas sanciones que involucran a instituciones financieras públicas venezolanas, cuyo epicentro es el Bandes. Se trata del mismo banco que Lenín Moreno señala de haber servido para hacer donaciones a favor de Rafael Correa con el propósito de desestabilizar la democracia ecuatoriana, el mismo que desde 2006 permitió construir una red de tratos con Tabaré Vázquez en Uruguay y que, entre otras cosas, ha servido de soporte para una relación milmillonaria con China, el gran aliado internacional del chavismo.
Dentro del lineamiento de Washington de que cada vez se harán más duras las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro y sus allegados, la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) tocó al Bandes de Venezuela, junto a sus subsidiarias de Uruguay y Bolivia, y otras dos instituciones bancarias públicas. Uno de los puntos medulares que se afecta con esta sanción es la ingeniería financiera que soporta el esquema de créditos otorgados por China a Venezuela desde 2007, que para Maduro resulta vital en su intento por sostenerse en el poder.
Según el diputado de la Asamblea Nacional, Ángel Alvarado, estas sanciones le impiden a Maduro reestructurar la deuda con China, que supera los 20.000 millones de dólares. Por ello la Cancillería de Maduro emitió un comunicado de rechazo indicando que las sanciones son “un ataque que atenta directamente contra el corazón de las finanzas del pueblo venezolano”.
Uno de los puntos medulares que se afecta con esta sanción es la ingeniería financiera que soporta el esquema de créditos otorgados por China a Venezuela desde 2007, que para Maduro resulta vital en su intento por sostenerse en el poder
La acción de EEUU impacta así de forma directa sobre una de las alianzas más poderosas de Maduro y lo hace justo cuando China ha vuelto a confirmarle el respaldo al régimen generando un nuevo juego de tensiones internacionales.
Esta semana Pekín rechazó la presencia de Ricardo Hausmann como representante de Juan Guaidó en la Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que tendría lugar en Chengdú, y en consecuencia EEUU y otros países se negaron a asistir a la reunión, lo que generó que el BID decidiera cancelar el encuentro.
Todavía no se han medido las consecuencias diplomáticas y políticas de estos hechos para Pekín, pero sin duda elevó el costo de la exposición internacional de China en favor de Maduro y subió las tensiones con EEUU.
No en vano el diputado Alvarado considera que las sanciones convierten la deuda con China, en un “tema geopolítico mayor”.
Los socios y el modelo
En abril de 2001 nació el Bandes con el propósito de efectuar operaciones financieras y técnicas en Venezuela y en el exterior como “banco orientado fundamentalmente al apoyo al desarrollo económico y social”, como aseguró Hugo Chávez en su momento. Pero más allá de ese supuesto rol para el desarrollo nacional, el Bandes ha sido un instrumento para exportar el modelo revolucionario, gracias a la petrochequera venezolana, lo que en algún momento se tradujo en que buena parte del mapa de América Latina se cubriera de gobiernos de izquierda afines al chavismo.
Para ello desde 2006, entre otras cosas, Chávez alteró el manejo de los flujos de ingresos de divisas de la nación, limitando la venta al Banco Central de Venezuela de los dólares obtenidos por PDVSA de la exportación de hidrocarburos y desviando el resto. Chávez llamaba “el colchón” a esos fondos paralelos como el Fonden y donde el propio Bandes jugó un papel importante.
En ese entonces, por ejemplo, Chávez amarró su conexión con Tabaré Vázquez en Uruguay a través del Bandes, al aportar más de 10 millones de dólares para relanzar una cooperativa financiera uruguaya en crisis y dar paso al Bandes Uruguay, cuyo capital es esencialmente del Estado venezolano. Esta vinculación sigue generándole rédito diplomático y político a Nicolás Maduro.
Más de 300.000 millones de dólares pasaron por estos fondos paralelos a lo largo de una década sin que el Gobierno rindiera cuentas a la nación de lo que se hacía con tales recursos. En la actualidad Venezuela carece de ingresos, de ahorros y está en mora con sus acreedores externos.
Los préstamos pactados con China fueron grandes alimentadores de este sistema desde 2007 y sus recursos fueron canalizados a través de fondos bajo control del Bandes. El pago de esta deuda compromete parte de la menguada oferta de exportación de Venezuela, razón por la cual Maduro ha bregado para lograr nuevas asistencias crediticias o reestructuraciones que le ayuden a sostenerse en la presidencia.
Pero ahora con las sanciones la operatividad del mecanismo se compromete y próximamente comenzarán a evidenciarse los efectos de la medida, no sólo en lo que respecta a China sino a otras gestiones adelantadas por Maduro para captar recursos, como su intento de mover 1.200 millones de dólares a través del Bandes Uruguay para evadir las sanciones internacionales en su contra.
De allí que el secretario del Tesoro de EEUU, Steven T. Mnuchin, señaló que el régimen ha transformado al Bandes y sus subsidiarias en vehículos para trasladar fondos al exterior en un intento por apuntalar a Maduro.
De corrupción y otras especies
Dada la opacidad con la que se armó el manejo de los fondos paralelos en Venezuela, el Bandes también se ha visto envuelto en manejos turbios.
En mayo de 2013 la SEC de EEUU detectó un plan de sobornos por 66 millones de dólares a través del Bandes, un caso que el gobierno de Maduro decidió ignorar.
Próximamente comenzarán a evidenciarse los efectos de la medida, no sólo en lo que respecta a China sino a otras gestiones adelantadas por Maduro para captar recursos, como el intento de mover 1.200 millones de dólares a través del Bandes Uruguay
Luego se supo de irregularidades en la compra de títulos al Banco Espíritu Santo, a través del Fonden y el Bandes, por más de 300 millones de dólares.
Además, por el manejo del Bandes han pasado personajes como Alejandro Andrade, pieza directa de Hugo Chávez, y que recientemente aceptó en EEUU cargos por lavado de dinero al participar en un esquema de sobornos por 1.000 millones de dólares mientras cumplía diversas funciones en la administración pública.
Pero aun en la crisis, el Bandes ha seguido operando como un brazo político del chavismo. Por ejemplo, le ha dado soporte al Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), que encabeza Alfredo Serrano Mancilla y en cuyas filas se cuentan nombres como el de Rafael Correa, expresidente de Ecuador, para desarrollar una labor ideológica en la región en favor de la izquierda y del modelo que Chávez perfiló en su momento.
Esta semana el mandatario ecuatoriano Lenín Moreno denunció que en agosto de 2018 el Bandes le dio 281.000 dólares al Instituto de Pensamiento Político y Económico Eloy Alfaro fundado por Correa. “Lo insólito de todo esto es que, en un país con hambre, miseria y migración multitudinaria, como Venezuela, se desvíen fondos de un Estado, para alimentar cuentas personales de exfuncionarios que intentan desestabilizar mi gobierno”, aseguró Moreno.