(EFE).- El Departamento de Estado de EE.UU. insistió este jueves en que se revocará la licencia de Chevron el 27 de mayo, tal y como anunció en la víspera el titular de la cartera, Marco Rubio, y que «no hay confusión» al respecto pese a que el enviado especial estadounidense Ric Grenell realizó una afirmación anterior que negaba esta posibilidad.
«Puedo decirles que el secretario (Marco Rubio) publicó un tuit dejando clara nuestra postura sobre Chevron, cuya licencia vence en mayo», afirmó en rueda de prensa la portavoz del Departamento, Tammy Bruce, quien añadió que «muchas personas involucradas en cada asunto pueden tener muchas opiniones», pero que «no hay confusión» al respecto.
«Claramente, a quien nos remitimos es a aquellos con el poder de influir y que toman las decisiones», explicó en referencia al secretario de Estado.
Bruce subrayó que la decisión de revocar la licencia de operación «también está bajo la directriz del presidente (Donald) Trump».
Las palabras de Bruce llegan en respuesta a lo escrito horas antes en la plataforma X por Rubio, quien aseguró que «la licencia petrolera pro-Maduro de Biden en Venezuela vencerá según lo programado el próximo martes 27 de mayo», un mensaje que contradice lo dicho hace unos días por Grenell, que ha mantenido diversos contactos con Caracas acerca de asuntos de interés bilateral.
El enviado especial había asegurado en el programa de televisión del periodista Steve Bannon que la prórroga a Chevron «se concederá» porque, según él, se han logrado progresos con el Gobierno de Nicolás Maduro que Trump habría estipulado como condición para extender la licencia de la petrolera estadounidense.
El entonces presidente Joe Biden (2021-2025) amplió en noviembre de 2022 una licencia a Chevron, permitiéndole exportar crudo del país suramericano. La concesión fue hecha en el marco de las negociaciones con el Gobierno de Maduro para la convocatoria de elecciones presidenciales en el país suramericano.
La salida de Chevron representará un golpe económico para Venezuela, ya que la compañía había contribuido significativamente a la reactivación de la producción petrolera nacional.
Desde que EE.UU. impuso sanciones a la industria petrolera de Venezuela, bajo el primer gobierno de Trump (2017-2021), Washington ha permitido que la empresa mantenga su presencia en el país suramericano.