Redacción (ALN).- Estados Unidos se muestra especialmente crítico con las leyes electorales aprobadas por la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el partido gobernante. Negarán a los nicaragüenses «unas elecciones genuinamente libres y justas», dijo el Departamento de Estado.
Estados Unidos está «profundamente preocupado» por Nicaragua, dijo este jueves el Departamento de Estado en un comunicado.
Explica que el gobierno de Daniel Ortega ha rechazado los llamamientos de la Organización de los Estados Americanos, la Unión Europea y las Naciones Unidas, así como de su propia gente, «para generar confianza en el proceso electoral al aprobar reformas significativas para permitir elecciones libres y justas en noviembre».
Concretamente los comicios serán el próximo 7 de noviembre, tal como confirmó este jueves el propio gobierno de Nicaragua.
El Departamento de Estado también pone el foco en las últimas leyes electorales aprobadas por el Parlamento.
Apunta que este martes la Asamblea Nacional aprobó una legislación «que negará al pueblo de Nicaragua unas elecciones genuinamente libres y justas». Esto es así porque las normas «no prevén la presentación oportuna y transparente de los resultados ni la observación independiente de elecciones nacional o internacional».
Las nuevas leyes, agregó, «codifican nuevos motivos preocupantes para excluir a los candidatos de la participación y otorgan a la Policía Nacional el poder de prohibir las reuniones del partido y los eventos de campaña».
Tampoco hay que olvidar que la Asamblea Nacional aprobó magistrados para el órgano de control electoral, el Consejo Supremo Electoral. Todo ellos, funcionarios fieles al presidente Ortega.
«Con estas acciones, así como la continua represión de los derechos humanos, el presidente Ortega y sus partidarios están señalando un inquietante desprecio por la voluntad del pueblo nicaragüense y los compromisos de Nicaragua en virtud de la Carta Democrática Interamericana«, sentenció EEUU.