(EFE).- El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, confía en que todavía es posible una «solución diplomática» con Rusia sobre Ucrania, si bien recordó este viernes que la OTAN está preparada para «responder» a cualquier agresión.
«Estamos preparados para responder de forma contundente a una agresión por parte de Rusia, pero creemos que una solución diplomática todavía es posible y preferible», declaró Blinken en una rueda de prensa en el Departamento de Estado.
Así se expresó tras la reunión por videoconferencia que mantuvieron este viernes los ministros de Exteriores de la OTAN para coordinarse antes de los encuentros que EE.UU. y la alianza mantendrán con Moscú la próxima semana.
Blinken insistió en que «la diplomacia es la única manera responsable de resolver esta crisis» y abogó por un «diálogo recíproco» con Rusia, así como por la «coordinación» con la Unión Europea (UE) y Ucrania.
«Preferimos una solución diplomática a la crisis que Rusia ha impulsado», dijo el secretario, quien recalcó que el diálogo debe venir de «los dos lados».
Blinken acusó a Rusia de haber movilizado 100.000 efectivos en la frontera con Ucrania y de tener planes de «doblar» esta cifra a corto plazo.
«Nadie debería sorprenderse si Rusia instiga una provocación para justificar una intervención militar«, advirtió Blinken al recordar la invasión de Crimea de 2014.
«La historia reciente nos ha enseñado que una vez tienes a los rusos en casa es muy difícil echarlos», sentenció.
En las últimas semanas se ha producido una escalada de las tensiones ante los temores de un eventual ataque ruso contra Ucrania, que, según fuentes ucranianas y estadounidenses, podría producirse a principios de 2022.
Rusia ha negado estar preparándose para una ofensiva y ha manifestado que Occidente presta excesiva atención al desplazamiento de tropas dentro de las fronteras rusas.
El 10 de enero habrá una conversación bilateral de seguridad en Ginebra entre la subsecretaria de Estado estadounidense Wendy Sherman y el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov.
Dos días después, el 12 de enero, se celebrará en Bruselas el Consejo OTAN-Rusia, y al día siguiente se producirá en Viena otra reunión auspiciada por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
Se espera que en esas conversaciones se debata sobre las garantías de seguridad que Moscú le ha pedido por escrito a EE.UU. y la OTAN para rebajar la actual tensión, y que centraron parte de la llamada telefónica de la semana pasada entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin.
En la misma conferencia, Blinken se mostró «muy preocupado» por la situación de violencia en Kazajistán e instó a las autoridades de ese país a «responder de manera proporcionada» a las protestas.