Juan Carlos Zapata (ALN).- Este hombre hasta este martes era un preso, un secuestrado político, y ha salido de una prisión de Maduro reivindicando la política. Se trata de Edgar Zambrano, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional. Este hombre sale de prisión para seguir haciendo lo que ha hecho toda la vida, política. Dijo que no le tiene flojera a la política. Este hombre va más allá. Le pidió a los políticos ejercer la política buena, la política de la letra grande y no de la letra chiquita. Solicitó que hay que evaluar las políticas del gobierno y la oposición porque el que está sufriendo es el pueblo.
Edgar Zambrano es dirigente del histórico partido Acción Democrática. Y hoy mismo se reunirá con el secretario General de la Organización, diputado y expresidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup. Este ya había adelantado las condiciones que sufría en prisión su compañero de partido. Y decía que era un preso sin delito porque no hay delito cuando un político se opone a un régimen ilegítimo y a un presidente, Nicolás Maduro, usurpador.
Salió sin resentimientos. Todo lo contrario. “Soy el mismo demócrata, el mismo militante de Acción Democrática”. Dijo que llegaba a la libertad con más fe. Con más fe en la familia que siempre estuvo allí. Con más fe en su partido y en la militancia del partido que nunca lo dejaron solo. Con más fe en las instituciones, en los diputados, en Juan Guaidó, que no dejaron de luchar por él. Se dijo “lleno de energía y vigor. Pude vivir el amor y la pasión de mi familia. Sentí la fuerza de la militancia de mi partido. Sentí la fuerza de la sociedad democrática. Estoy lleno de fe, esperanza y amor por mi país. Y más que nunca dedicado a la política”.
A Zambrano, Maduro lo secuestró y lo metió en una cárcel de máxima seguridad porque apareció solidarizándose con Juan Guaidó y Leopoldo López la mañana de los sucesos del 30 de abril, que tenían como marco aquella operación cívico militar que intentó echar a Maduro del poder.
Pero Zambrano ha salido de prisión, de una celda mínima en la que estuvo encerrado por 135 días, haciendo un llamado para que vuelva la política a Venezuela. Zambrano reconoce la iniciativa que ha logrado su libertad. La que se puso en marcha este lunes entre el régimen de Maduro y un grupo de partidos minoritarios de la oposición. Es una iniciativa que, se supone, hará que salgan de prisión otros 58 presos políticos. Ambos sectores firmaron un acuerdo e instalaron una mesa de diálogo. Y aunque en el documento firmado se mencionaba que se iban a estudiar los casos de los presos políticos, sorprendió que el primer liberado fuera el diputado Zambrano. Ayer, quien escribe esta nota reclamaba por qué Maduro no había tomado la iniciativa de decretar una amnistía general. No lo ha hecho. No es lo mismo. Pero las liberaciones se celebran y el mensaje de liberar al primer vicepresidente del Parlamento legítimo tiene sentido.
1-Los diputados chavistas, que habían abandonado hace dos años la Asamblea Nacional que preside Juan Guaidó, vuelven al foro Parlamentario este próximo martes, por lo cual el régimen está obligado a crear un ambiente de menos tensión para que proceda el retorno.
2-Zambrano era un preso emblemático por su condición de parlamentario al que se le violaron sus derechos, comenzando por el allanamiento de la inmunidad parlamentaria. El régimen intenta darle un giro a la situación, aunque quedan parlamentarios en el exilio, asilados, y sin fuero.
3-La liberación persigue que el grupo parlamentario del partido Cambiemos pueda mostrar un logro y así reivindicar el por qué firmó un acuerdo con Maduro, pacto que la oposición mayoritaria rechazó; la oposición encabezada por Juan Guaidó. El jefe del partido Cambiemos es el diputado Timoteo Zambrano. El apellido no lo hace familia de Edgar Zambrano.
Edgar Zambrano reconoce el esfuerzo. Dijo que “no tenemos por qué castigar o flagelar las iniciativas”. Y se refiere a la negociación que emprendiera el gobierno de Noruega, o al diálogo anterior en República Dominicana, o a la de este grupo que se ha acordado con el régimen. Al salir de prisión, reveló, lo esperaban el ya citado Timoteo Zambrano, y también Claudio Fermín, un veterano político, exdirigente y excandidato presidencial del mismo partido de Edgar Zambrano. “Ojalá y estas iniciativas empiecen a tener resultados”, dijo. ¿Y por qué? Porque, apunta, “la política hay que implementarla para solucionar”.
La política tiene que fluir, dice. La política no puede estar presa de los radicalismos. De los extremos de un lado y otro.
Y “todas las acciones políticas que estén orientadas a resolver el nudo gordiano (del país) hay que tomarlas, evaluarlas”. Agregó que “no podemos castigar a la política. Hay que proteger a la política”.
Zambrano señaló que de no protegerse a la política se llega a situaciones de la “oferta engañosa”. La que se implementó para destruir los partidos y el liderazgo. Esa política que mutó en antipolítica y también se transformó en radicalismos, en extremos.
Como político de oficio, apuntó que “para resolver los problemas políticos hace falta la fuerza de la palabra”. Y agregó que “Quizá no hemos sido suficientemente propositivos”. Lo cual se traduce en reconocer al otro. “Reconocernos”. Así, dijo que hay que entender que la política debe prevalecer y no la violencia. Esta no deja nada. La violencia revive. La violencia se repite. “Se reviven las mismas causas y las mismas actitudes de los que ostentan en el poder”. En cambio, afirmó, “las sociedades inteligentes tienen un mecanismo para resolver y es la consulta al soberano”. De modo que llama a “crear las condiciones de igualdad y equidad en el árbitro. El árbitro es árbitro y no parte del proceso”. El resultado es darle vigor a la democracia.
Así es la maniobra con el pacto de Maduro y la oposición minoritaria
Salió sin resentimientos. Todo lo contrario. “Soy el mismo demócrata, el mismo militante de Acción Democrática”.
Dijo que llegaba a la libertad con más fe. Con más fe en la familia que siempre estuvo allí. Con más fe en su partido y en la militancia del partido que nunca lo dejaron solo. Con más fe en las instituciones, en los diputados, en Juan Guaidó, que no dejaron de luchar por él. Se dijo “lleno de energía y vigor. Pude vivir el amor y la pasión de mi familia. Sentí la fuerza de la militancia de mi partido. Sentí la fuerza de la sociedad democrática. Estoy lleno de fe, esperanza y amor por mi país. Y más que nunca dedicado a la política”.
Pero dedicado a una política, insiste, en que la mayoría no puede estar secuestrada por la minoría. Hay que “respetar a la mayoría. Esa es la regla de la democracia. Política no es que se castigue a los partidos. A los que militan en un partido político. Algo distinto es la dictadura del partido único”.
Zambrano defiende la democracia pues, apuntó, esta democracia, la venezolana, tiene dolientes, y entre otros, su propio partido. “Derrotamos las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marco Pérez Jiménez. Y derrotamos la insurgencia en los años 60”. De modo que repitió: “Bienvenida la regla de las mayorías. El respeto a las mayorías. No puede ser las mayorías extorsionadas bajo el chantaje de dialogantes, colaboracionistas y dialogantes. Hay que consultar al pueblo con reglas de equidad”.
Reconoció que “los esfuerzos de Juan Guaidó son los esfuerzos del país. Y son los esfuerzos que hace Henry Ramos Allup, y Timoteo Zambrano, y Claudio Fermín, y Stalin González (segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional), y Manuel Rosales (líder del partido Un Nuevo Tiempo)”.
-No veamos la política pequeña. Busquemos la política grande.
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Esto para indicar y reconocer que “la oposición estaba reuniéndose con el gobierno”. En Oslo, en Barbados. “Ese es un hecho político. Y los hechos políticos son los que grafican la política del día a día. Vamos a enaltecer a la política. Reclamo el reconocimiento del otro. No podemos empujar el carro de la violencia. Si no hay política hay violencia. Hagamos la política”.
Afirma que hay que “evitar el abuso de poder. Que las instituciones no sigan secuestradas”. Propone “evaluar las políticas de la oposición y del gobierno. Porque los que están llevando las consecuencias de la política mala es el pueblo. El pueblo que no tiene medicina. Esa es una política ya derrotada por la historia”.
Se declaró en actividad política. Desde hoy celebrará reuniones. El fin de semana hará una caminata por la ciudad natal y la que lo hizo diputado, Barquisimeto. O sea, ya está de nuevo en la política. Dijo que “siempre en el respeto de la Constitución y las leyes”. “Nunca he tenido flojera para la política”. Hasta el punto que, señaló, “he descuidado a mi familia”.
Señaló Zambrano que si no hay política, si no hay reconocimiento, si no hay palabra, si no hay voluntad política, si no hay iniciativas, es “el país el que está sufriendo el fracaso de un modelo político”.