Leticia Núñez (ALN).- El catedrático y analista político Luis Verdesoto sostiene en entrevista con ALnavío que Ecuador “no puede salir al mundo de modo autónomo y no alineado si es de la mano de Maduro”. Por ello, defiende que el país debe abandonar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que promovieron Hugo Chávez y Fidel Castro a finales de 2004: “Quito no puede vivir de espaldas al conjunto de las grandes agendas internacionales”.
Cumplidos siete meses desde la llegada de Lenín Moreno a la Presidencia de Ecuador, los retos no podían ser más grandes. Así lo asegura Luis Verdesoto, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Quito, quien defiende que el presidente debe abordar un nuevo modelo económico y político en el corto plazo. “Ecuador no puede vivir de espaldas a lo real, no podemos vivir de espaldas al Pacífico, ni enfrentados a Colombia y Perú. Tampoco puede vivir frente a las tendencias democráticas en América del Sur”, manifiesta al diario ALnavío.
En su opinión, en el horizonte ecuatoriano se atisban “algunas cosas que no son claras” y para generar claridad, es necesario que Moreno “devuelva” a Ecuador al escenario internacional “sin ir de la mano del ALBA”. Asegura que en este tema “no existe la posibilidad de medias tintas” y que el país tiene que salir de la organización que promovieron Hugo Chávez y Fidel Castro “para recuperar la personalidad política exterior”. Si algo tiene claro es que la relación con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, “es terriblemente nociva”.
– ¿Qué ha hecho bien Lenín Moreno hasta ahora?
– Hay una voluntad de apertura y él ha sido un activo agente de apertura. Estamos viviendo momentos de distensión. Puedes respirar, caminar, expresarte… Tener la presión de Rafael Correa infiltrado en todos los poros de la sociedad era costoso. En eso ha habido un adelanto sin duda alguna. Ha habido un adelanto también en que Correa no dejó destapar ningún caso de corrupción y Moreno lo ha debido hacer. No importa si ha sido presionado. Hay un destape inicial. Creo que es importante el desplazamiento de una cierta élite política, terriblemente nociva en el manejo de lo público. Es lo que llamaríamos una transición opaca, difícil, gelatinosa. No es una transición clara.
– ¿En qué tiene que mejorar?
– La parte más compleja es cierta falta de oficio político y estatal pese a que Moreno fue vicepresidente. Se nota una falta muy grande de conducción pública, sobre todo, en un momento en el que en América Latina y también en Ecuador hay que rediseñar los Estados. Los Estados no pueden ser correspondientes a las etapas de auge que se han terminado. Y ese rediseño implica muchísima innovación y no recetas tradicionales, sean del FMI o del ALBA. El rediseño estatal tiene que tener otro tipo de innovación.
“En Ecuador hay una transición opaca, difícil, gelatinosa. No es una transición clara”
Otro elemento de debilidad de Moreno es el intento de continuidad de todos los planos del correísmo, simplemente con él a la cabeza. Ese modelo no va a funcionar, ni va a ser tolerado por la sociedad ecuatoriana.
– Habla de que Ecuador necesita un rediseño. ¿Por dónde debería ir? ¿Qué elementos debería incluir?
– Pienso que Ecuador tiene que llegar a un acuerdo nacional de varias partes, un acuerdo en el que se modifique la visión internacional. Ecuador no puede en este momento proceder de espaldas al conjunto de las grandes agendas internacionales. Dicho rápidamente: Ecuador, que va a necesitar de una fuerte presencia de financiamiento internacional e inversiones externas, no puede salir al mundo de modo autónomo y no alineado si es de la mano de Nicolás Maduro. Ecuador tiene que sacudirse de esa relación, que es terriblemente nociva.
Ecuador no puede vivir de espaldas al Pacífico, como le situó Correa. El país tampoco puede vivir al margen de recuperar una presencia frente a las tendencias democráticas de América del Sur: el grupo de Lima, la CELAC, la configuración actual de Unasur…
Ecuador tiene que cambiar la estructura de su parte orgánica constitucional a través de nuevas formas de gobernabilidad. Hay un pésimo diseño de gobernanza que tiene que cambiar. Tú no puedes tener un Parlamento castrado, no puedes vivir pensando que la política pública es responder a cada problema de la sociedad con un ministerio. En la actualidad, Ecuador tiene 48 ministros, más que Brasil, eso es inaudito y torpe. Tiene un enorme gasto social muy deficiente que tiene que optimizar y volver eficiente.
“Espero que Moreno devuelva a Ecuador al escenario internacional sin estar de la mano del ALBA”
El país debe reconocer las actitudes que ha tenido y que terminaron destruyendo la organización social. Correa destruyó el tejido social. Es preciso recuperarlo. Es preciso sacar del escenario público a los organismos de seguridad que tanto mal hicieron al país: la Central de Inteligencia se dedicó a estar presente en cuantas conversaciones podían y en cuanta actividad podían intervenir, desviar… Hay que limpiar la sociedad de estas taras, que son taras que impiden un funcionamiento democrático elemental.
– Hasta ahora, Moreno ha marcado ciertas distancias respecto a Maduro. ¿Es un síntoma de que la órbita chavista está perdiendo apoyos?
– La órbita chavista está perdiendo apoyos en América sin duda. En este tema no existe la posibilidad de medias tintas, no existe la posibilidad de estar medio embarazado y medio no. No hay como estar en el ALBA y fuera de ella. Tiene que estar fuera de ella para poder recuperar lo que ha sido la personalidad política exterior ecuatoriana de no alineamiento claro. No un alineamiento ficticio como el que existió en el ALBA.
– ¿Qué espera del presidente en política exterior?
– Que entienda que las tendencias democráticas en América Latina y en América del Sur caminan por otro lado. Que devuelva a Ecuador al escenario internacional sin estar de la mano del ALBA para que tengamos capacidad de movernos con agilidad en medio de un escenario internacional que es complejo. No podemos vivir enfrentados a Colombia y Perú, sin definir un rol frente a dos economías tan grandes en relación a la ecuatoriana. No podemos vivir de espaldas a un Pacífico que comprende hasta Brasil. Ecuador no puede vivir a espaldas de lo real. La forma de hacer democracia es entender qué es lo viable tanto a nivel nacional como internacional.
– ¿Cómo ve el 2018 para Ecuador? ¿Por dónde cree que caminará el país?
– En el horizonte ecuatoriano se ven algunas cosas que no son claras. Un país con una disminución de excedente público muy grande se encuentra abocado a una competencia muy fuerte por parte de activos receptores de ese excedente. Si dejas seguir operando a instituciones que estimulan el autoritarismo, lo más probable es que tengas una lesión institucional mucho mayor en el futuro. Ecuador está en una situación precrítica que no es posible solucionar simplemente con un mayor endeudamiento, como se está haciendo. Tiene que abordar un nuevo modelo económico y político y un acuerdo nacional en torno a eso. Son las tareas ineludibles del Ecuador en el corto plazo.