Redacción (ALN).- “Las empresas no se ríen por respeto, pero nos dicen: ‘aquí no hay 1.500 millones invertidos”, señaló el presidente Lenín Moreno.
Empresas de más de seis países como China, Estados Unidos, Inglaterra, Corea del Sur, España y Rusia, mostraron interés por la Refinería del Pacífico. Un proyecto de la que conocerán todos los detalles (la presentación técnico-financiera) entre el 30 y 31 de enero, confirmó a periodistas el presidente de Ecuador, Lenín Moreno. Esta refinería fue el gran proyecto de Rafael Correa, el expresidente ecuatoriano con el que el actual vive una intensa pugna política. La administración de Correa invirtió 1.500 millones de dólares para poner en marcha el proyecto. Este jamás funcionó. De ahí el calibre de las declaraciones de Moreno que reseñó la agencia EFE: “Las empresas no se ríen por cortesía, por respeto, pero nos dicen: ‘aquí no hay 1.500 millones invertidos, por favor hagan una valoración’”. Y agregó: “Tendremos que hacer otra valoración, ojalá con alguna entidad internacional, una entidad de Naciones Unidas que haga una valoración y el resto se lo cargaremos al señor que, por descuido o por corrupción, se llevó el resto del dinero”. Ecuador proyecta construir una refinería de alta conversión en Manabí, con capacidad para procesar 300.000 barriles de crudo por día, de entre 14 y 18 grados en la escala de calidad API, con el uso de una planta de generación de 500 megavatios. Según las autoridades ecuatorianas, la planta de refinado producirá combustibles con la norma de calidad Euro 5. También tendrá la capacidad de exportar derivados del petróleo. La iniciativa prevé licitar el proyecto bajo la modalidad Construcción-Operación-Traspaso, conocido como BOT, por las siglas en inglés. Matizó EFE que la presentación a los inversores interesados incluye un día para la visita a la localidad de El Aromo, cerca de la ciudad de Manta, donde se instalará la refinería, y otro, seguido, para una reunión en Quito. El petróleo es una de las principales fuentes de ingresos de Ecuador, que, pese a producir crudo es deficitario en la elaboración de carburantes para el consumo interno, de ahí el interés de construir la refinería.