Daniel Gómez (ALN).- El centro comercial más grande del Caribe nace del consorcio Velutini-Rainieri. El Grupo Velutini gestiona el Fondo de Valores Inmobiliarios de Caracas. Con 25 años en el mercado, se ha convertido en uno de los constructores de oficinas y centros comerciales más influyentes de Venezuela. Los Rainieri, familia de multimillonarios, fueron quienes convirtieron Punta Cana en uno de los destinos turísticos por excelencia en todo el mundo.
Detrás del centro comercial más grande del Caribe hay dos sagas empresariales con décadas de historia. Las comandan apellidos hechos para altos vuelos. Emprendedores que no rehusaron el riesgo y de camino convencieron a figuras como el magnate e inversor George Soros y el mediador en la Casa Blanca, Theodore Woodrow Kheel. Son los Velutini de Venezuela y los Rainieri de República Dominicana.
Los presidentes de ambos grupos, Luis Emilio Velutini y Frank Rainieri, se dieron la mano para inaugurar el Blue Mall de Punta Cana ante la mirada de Danilo Medina, presidente de República Dominicana, y su tren ejecutivo.
El consorcio venezolano-dominicano inyectó más de 85 millones de euros (100 millones de dólares) para construir el centro comercial. Entre sus 18.000 metros cuadrados de área comercial figuran marcas como Nike, Under Armour y Women’secret.
Pero hay una que destaca sobre el resto: Zara. La firma española abrió allí su tienda más grande en América Latina. Cuenta con 3.200 metros cuadrados a los que hay que sumar otros 700 de la filial de hogar Zara Home. Aunque aquí no terminan los planes del billonario Amancio Ortega. Velutini y Rainieri tienen más dinero en marcha para una ampliación. Una segunda etapa en la que el Grupo Inditex reserva 3.000 metros cuadrados para instalar su hub en el Caribe y reunir, por primera vez en ese lugar del continente, las principales marcas del conglomerado: Zara, Bershka, Stradivarius, Massimo Dutti y Pull and Bear.
La sociedad Velutini-Soros-IRSA
El centro comercial de Punta Cana es el segundo que los Velutini abren en República Dominicana. En 2010, esa vez en solitario, construyeron el Blue Mall de Santo Domingo, un complejo de usos múltiples que incluye comercio y oficinas, así como el hotel JW Marriot, que, con una veintena de premios internacionales, está catalogado como “el mejor Marriot del mundo”.
El primer gran éxito de los Velutini nace de una sociedad formada con el magnate George Soros
Aquella aventura inició el proceso de internacionalización de la empresa. El Grupo Velutini gestiona el Fondo de Valores Inmobiliarios de Caracas, una corporación con 25 años en el mercado, destacada en Venezuela por construir centros comerciales y plantas de oficinas. La sociedad que en 1996 formaron con el grupo inmobiliario IRSA (Inversiones y Representaciones SA) de Argentina, y el multimillonario inversor húngaro George Soros, es una de sus operaciones más destacadas.
Los Velutini, en sociedad con Soros e IRSA, realizaron una Oferta Pública de Venta (OPV) por 100.000 millones de dólares (84.800 millones de euros) que resultó exitosa. A partir de entonces, iniciaron un proceso de adquisición de oficinas de lujo triple A en Caracas para el alquiler a grandes corporaciones. Así consiguieron posicionarse como la tercera acción más líquida de la Bolsa de Valores de Caracas.
Ese fue el primer gran éxito de los Velutini. Luego vinieron más. Como la alianza estratégica con el inversor norteamericano Samuel Zell, fundador de Equity Office Properties. Y también con la Constructora Sambil, de la familia Cohen de Venezuela, que desembarcó oficialmente en España este 2017 al construir el centro comercial Sambil Outlet Madrid.
Junto a los Cohen, los Velutini desarrollaron el Proyecto Galipán en 2009. Un complejo de oficinas de 48.000 metros cuadrados en Caracas, del cual una parte fue vendida a la filial de seguros de Banesco, grupo financiero fundado por el venezolano Juan Carlos Escotet, hoy presidente del banco español Abanca.
La familia Rainieri dio vida a Punta Cana
Por su parte, la familia Rainieri de República Dominicana es propietaria del Grupo Puntacana, uno de los principales promotores del negocio turístico en la nación caribeña. Su presidente, Frank Rainieri, dominicano de ascendencia italiana, se unió a un grupo de inversores norteamericanos liderado por el empresario, abogado y mediador en la Casa Blanca Theodore W. Kheel. Estos compraron 48 kilómetros cuadrados de jungla en el extremo Este de la República Dominicana. Unas tierras que tenían alrededor de 10 kilómetros de costa a orillas del mar Caribe con playas vírgenes de arena blanca, plagadas de cocoteros. Justo lo que hoy se conoce como Punta Cana, uno de los principales destinos turísticos del planeta.
En 1971, Rainieri y Kheel inauguraron un hotel conocido como Punta Cana Club. Este pequeño alojamiento podía acomodar a 40 personas. El hotel nunca se llenó ni fue rentable. Sí lo fue el suelo dominicano, y quedó confirmado en 1978 con la construcción del primer hotel de 350 habitaciones por el Club Mediterrané de París (Francia).
Rainieri fue rentabilizando su apuesta y se animó a construir el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, que es el de mayor tráfico aéreo de República Dominicana y el segundo con mayor tráfico en todo el Caribe, por detrás del Luis Muñoz Marín de Puerto Rico. También es el primero en números de vuelos internacionales y destinos servidos, así como el primer aeropuerto privado internacional a nivel mundial. Sin embargo, para poder construir este aeropuerto, Rainieri tuvo que librar una batalla “de ocho años contra Gobiernos” para inaugurarlo. Así lo ha contado en diversas intervenciones.
El Aeropuerto Internacional de Punta Cana fue inaugurado en 1984, es uno de los mayores activos que tiene la familia Rainieri, una de las más poderosas de República Dominicana al poseer una fortuna que supera los 1.000 millones de dólares (848 millones de euros), según la revista Forbes. Y ha sido también el socio ideal para que los Velutini consolidaran su poderío fuera de Venezuela.