Daniel Gómez (ALN).- Ahora el presidente de EEUU amenaza con recortar, e incluso paralizar, los fondos que cada año destina a Honduras, Guatemala y El Salvador. Pero es que estos recortes los lleva ejecutando desde que llegó a la Casa Blanca. Y la consecuencia es una caravana de migrantes de 7.000 personas que camina hacia la frontera de EEUU. Un río migratorio que ahora usa como arma electoral.
“Guatemala, Honduras y El Salvador no fueron capaces de impedir que la gente deje su país y entre de manera ilegal a Estados Unidos. Ahora empezaremos a recortar, o a reducir sustancialmente, la masiva ayuda exterior que les damos de forma rutinaria”.
El presidente Donald Trump pasa de las amenazas a los hechos. Al menos, así lo dice en Twitter. Lo que ocurre es que su afirmación no es del todo cierta. No va a empezar a recortar. Lleva recortando desde que llegó a la Casa Blanca.
En sus dos años de Gobierno, las partidas para el Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador) han caído más de 30%. Y seguirán cayendo. Antes incluso de haber lanzado esta amenaza, presentó unos presupuestos para 2019 todavía más ajustados en la región. Lo cual “es un error geopolítico”.
“Los países de Centroamérica no tienen capacidad militar ni policial para controlar todo este trasiego migratorio. La ayuda es vital para estos países, y también lo es para EEUU. Con esos fondos estrechan el tráfico de drogas que pasa por la región y que tienen como destino final Norteamérica”, dice a ALnavíoRogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares.
¿Acaso le interesa a Trump una guerra abierta con el narcotráfico? Desde luego, no. Lo que sí le incumbe es que su partido, el Partido Republicano, se imponga en las elecciones legislativas del próximo 6 de noviembre. Y esta caravana de migrantes se le presentó como una oportunidad idónea para ganar crédito político. Así lo piensa en el analista.
“El contexto político de Estados Unidos es determinante. Ni siquiera él ni su Administración van a llevar a cabo sus amenazas contra Centroamérica. Trump se juega mucho en las elecciones de noviembre. Lo que quiere es mandar un mensaje porque el tema de la migración es el que está agitando la campaña”, explica Núñez.
¿Cuál es el mensaje? Trump quiere dar un espaldarazo a su partido para así aferrarse a la Casa Blanca. Por eso carga contra el más débil. Contra Centroamérica. Contra los países del Triángulo Norte. Porque sabe que tiene las de ganar. Sabe también que, en unos días, esa caravana de migrantes parará en la frontera con México. Y entonces Trump volverá a pedir el muro. A evidenciar la necesidad del muro. Y también, de unas reglas más estrictas de migración.
La relación entre EEUU y Centroamérica
En este momento, la caravana de migrantes que se dirige a la frontera de EEUU ya supera las 7.000 personas, según cálculos de las Naciones Unidas. Un río migratorio imparable de jóvenes, familias e incluso bebés que atraviesa México con un objetivo: huir de la inseguridad, de la violencia y de la falta de oportunidades en sus países.
Desde hace más de medio siglo, Estados Unidos ayuda económicamente a los países en desarrollo de África,Asia y Latinoamérica. Los fondos los destina a través de la Usaid, siglas en inglés de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Una institución creada en 1961 por el fallecido presidente John Fitzgerald Kennedy.
Con ese dinero, la Usaid implementa programas para estimular la agricultura, la salud de las instituciones y la seguridad. Son fondos sin rasgo militar alguno. Sólo es dinero para el desarrollo.
Uno de los slogans de la Usaid es “queremos un mundo más próspero”. Y lo quieren porque esa prosperidad también repercute en el bienestar de EEUU. En 2015, la Usaid calculó que el costo de las detenciones y servicios de ayuda para los inmigrantes que cruzan la frontera de México superaba los 2.000 millones de dólares.
“Centroamérica sigue siendo la región menos desarrollada en el hemisferio sur, y dada su proximidad a los Estados Unidos, los problemas que le aquejan afectan directamente a los intereses del país”. Esto explicó la Usaid en el informe.
Para luchar contra este problema, EEUU creía en el desarrollo. Pero Trump decidió darles un nuevo enfoque a las relaciones internacionales. Así lo advirtió en uno de sus reportajes la revista Foreign Policy: la política exterior del mandatario se centrará más en geopolítica que en asistencia humanitaria. Y de ahí el deterioro del presupuesto de la Usaid, en pro de un aumento del gasto militar, que se ha incrementado en 7.000 millones de dólares en 2018, respecto a 2017.
Menos dinero para el Triángulo Norte
En 2018, Trump redujo 30% las partidas de ayuda humanitaria, según cifras oficiales. Con ello ahorró 5.200 millones de dólares. Y fruto de esta medida, el presupuesto para el Triángulo Norte también mermó. La agencia pasó de invertir 287 millones de dólares el año pasado a 189,4 millones en este ejercicio. Por tanto, el recorte asciende a 97,6 millones de dólares.
El presupuesto de ayuda internacional para el Triángulo Norte ha caído en más de 111 millones de dólares
Por países, Guatemala fue el más afectado. En 2017 recibió 129 millones de dólares, y para 2018 la partida no supera los 76,9 millones. Honduras, que ingresó 93 millones de ayuda humanitaria estadounidense el pasado ejercicio, como mucho obtendrá 67,1 millones este año. Por su parte, El Salvador pasó de recibir ayudas de 65 millones de dólares a 45,5 millones.
Con Trump, caen los fondos de ayuda, y crece la presión migratoria. A esto se añade su incendiario discurso. Su empeño por endurecer las reglas de entrada a los extranjeros. Así como su insistencia para construir el muro en la frontera con México. De hecho, tasó la construcción en 5.000 millones de dólares, aunque para el presupuesto de 2019 no hay ninguna partida referida a esta infraestructura.
Los que sí incluyó fueron más recortes a los fondos de ayuda exterior. En este caso, la partida para Guatemala caerá hasta los 65,6 millones de dólares en 2019 (-11,3 millones), la de Honduras hasta los 65 millones (-1,9 millones), y la de El Salvador hasta los 45 millones (-500.000 dólares). Así lo demuestran los informes del Departamento de Estado.
En vista de estos datos, el presupuesto de ayuda humanitaria de EEUU para el Triángulo Norte en 2019 será de 175,6 millones de dólares. Eso supone un recorte de 111,4 millones de dólares de ayudas para la región en el tiempo que lleva Trump en la Casa Blanca. Un recorte que aún puede ser mayor.
Ya dijo que recortará “sustancialmente” la “masiva ayuda exterior” a estos tres países de Centroamérica ante su incapacidad de frenar la caravana que marcha a EEUU. Pero Núñez no cree que Trump cometa “ese error”. Lo suyo es un tema de campaña. De aprovecharse del más débil para mostrarse fuerte.