Redacción (ALN) .- Diego Vicentini, director de la película Simón, cargó contra el chavismo por la situación que atraviesa el Venezuela.
«Lo que ocurre en Venezuela ahora no tiene que ver con la izquierda o la derecha. La represión es represión y la falta de derechos humanos nos afecta a todos, no tiene ideología. Para denunciar y estar en contra de los crímenes de lesa humanidad no hace falta tener una adscripción ideológica. Es universal», comentó.
Destacó que lo que hizo el expresidente Hugo Chávez «fue conectar con la pobreza del país, pero rápidamente se vio que mentía y lo primero fue cerrar periódicos. No es en socialismo del siglo XXI, sino un régimen corrupto y represor. Nadie de izquierda o derecha quiere que la gente sufra. Hay sistemas fallidos y Venezuela lo es».
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«Ningún régimen se autodestruye o desaparece voluntariamente. Solo la presión internacional hará posible unas elecciones justas. Porque los cambios que se han visto hasta ahora son superficiales. Se vive con miedo… Falta el agua, la gasolina se distribuye en botellas, la luz se va constantemente. Ahora mismo el país subsiste gracias a los ocho millones de exiliados que mandamos divisas. Sí, no hay tanta escasez ni tanta inseguridad ni tanta pobreza… Pero porque nos hemos ido todos. No hay a quien robar», manifestó Diego Vicentini.
Diego Vicentini y la película Simón
Asimismo, Diego Vicentini expresó durante una entrevista ofrecida al diario El Mundo que no aspira a que el mundo entero se interese por Venezuela, pero confía en que su película «ayude al menos a crear empatía por un país en el que se están vulnerando los derechos humanos con cerca de 250 presos políticos».
De igual forma, mencionó que toda película que acredite ser venezolana tiene derecho por ley a dos semanas de exhibición en el país.
«Y nos cuidamos que así fuera. Eso no es impedimento para que se vete. Yo asumí que me iban a prohibir proyectarla, pero no fue así. Entiendo que la idea del Gobierno era dejar claro que en Venezuela hay libertad de expresión. Pero cuando me llegó la autorización del CNAC (el órgano equivalente al Instituto del Cine de aquí) ahí se advertía de que podíamos estar violando la Ley contra el odio y convivencia pacífica que contempla unas penas entre 10 y 20 años de cárcel», indicó.
En ese sentido, Diego Vicentini contó que presentó su trabajo y tres días de antes de los programado decidió volver a Estados Unidos.