Redacción (ALN).- Devendra Banhart es una especie de figura de culto. Uno de los íconos del nuevo folk. Compone inspirado en el budismo, en experiencias vitales que algunos expertos denominan esotéricas. Y también compone pensando en la tierra donde se crió: Venezuela. Sufre por ese país. Por su país.
Entre los tres y 13 años Devendra Banhart vivió en Venezuela, la tierra de su madre. Este tejano de raíces criollas es uno de los íconos del nuevo folk. Los expertos definen su música como esotérica, psicodélica y espiritual. Y esto en parte tiene que ver con su infancia en el país latinoamericano. Aunque en la construcción de este personaje y sus canciones también influye el budismo, el naturalismo y el hecho de que se está acercando a los 40 años.
Devendra Banhart acaba de conceder una entrevista a Los Angeles Magazine, donde relata su última experiencia en Venezuela. Se sintió como un personaje de George Orwell en 1984, constantemente vigilado por el Gran Hermano, el dictador, la revolución…
“En 2016 volví a Caracas”, relata Banhart.
“Fue esa sensación de volver a casa y estar feliz de ver a las personas que amo, pero la opresión de una dictadura es tan tangible. Realmente puedes sentirlo en el aire y verlo en los edificios que están pintados con retratos gigantes del dictador y entre comerciales muestran los ojos de (Hugo) Chávez y se disuelven; es esta cosa literal del Gran Hermano. Aparecen después del último comercial y se disuelven antes de que comience el programa y es tan espeluznante. Es una sensación de opresión política y militar y la gente está muy acostumbrada. Sigues haciendo arte, todavía intentas formar una banda, ganas dinero, pero es una experiencia que es difícil de comunicar porque no eres realmente libre de expresarte a ti mismo ni a tu propio mundo interior de ninguna manera (…) Me puedo identificar con eso. Escucho música venezolana y me lleva de regreso a Venezuela, pero también a los sueños de esos artistas de una Venezuela mejor. La cascada más grande del mundo es el Salto Ángel. ¿Puedes ir al Salto Ángel? Sí, pero corres el riesgo de ser secuestrado”.
Devendra Banhart paró su relato para no seguir divagando. Eso le dijo al entrevistador. Y es que Venezuela siempre toca la fibra de este artista. No hay que olvidar la entrevista que le concedió a El País de Madrid en 2019 en la que compartía cómo luego de su visita en 2016, la situación, contra todo pronóstico, fue a peor.
“Yo pensaba que la cosa no se podía poner peor que cuando estuve allí y es diez mil veces peor”, dijo en aquella entrevista hace dos años. Aseguró, con la cabeza entre las manos, que en su familia “lo están pasando apocalípticamente mal”, que viven con la “espada de Damocles” de tener que marcharse en cualquier momento si la situación se vuelve violenta. “La diáspora sigue creciendo. Se van dos mil personas al día de Venezuela. Todos los días. Dentro de poco habrá una comunidad de venezolanos en Namibia”.