Carlos Moreno (ALN).- Un empresario vinculado al sector de la construcción en Roraima sometía a migrantes venezolanos a jornadas extremas de trabajo sin descanso por sólo 2,5 dólares al día. También traficaba con jóvenes para la explotación sexual en otros estados. Mantenía a hombres y mujeres en “condiciones de esclavitud”, dijo a la prensa el comisario Igor Chagas.
La policía de Brasil detuvo en Boa Vista, capital de Roraima, estado fronterizo con Venezuela, a un empresario ligado al sector de la construcción de esa zona por esclavizar a venezolanos migrantes.
La identidad del hombre aún no ha sido revelada por las autoridades policiales de ese país. Los primeros informes de los cuerpos de seguridad detallan que el empresario traficaba con jóvenes venezolanas para la explotación sexual desde Paracaima a otros estados del país en “condiciones de esclavitud”.
La reciente actualización del Informe Bachelet detalló que la oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ya tenía documentados casos de migrantes secuestrados por crimen organizado para la trata de personas. “Particularmente mujeres, niñas y niños, con fines de explotación sexual, laboral y de reclutamiento para actividades ilícitas”.
Igor Chagas, comisario que dirigió la operación, sostuvo que este hombre sometía a unos ocho venezolanos, hombres y mujeres a jornadas extremas de trabajo forzado, sin descanso y los enviaba a dormir en instalaciones “de condiciones degradantes” y “análogas con el esclavismo”, sin baño, ni tampoco agua apta para el consumo humano.
El hombre sólo pagaba de 1,25 a 2,5 dólares por jornada a los trabajadores y les repartía una especie de documento con las normas que debían cumplir para seguir manteniendo el trabajo. Del dinero que ganaban se descontaba alimentación, agua y electricidad.
El documento, según la policía, reflejaba penas económicas de no mantener el flujo de trabajo y les obligaba a producir en horas extra sin paga alguna.
Fue detenido en el terminal de autobuses cuando pretendía viajar a Sao Paulo, reseñó la agencia AFP.
Roraima es el estado fronterizo de Brasil con Venezuela con más migrantes venezolanos. Transitan unos 600 ciudadanos a diario que llegan pidiendo auxilio humanitario en la ciudad de Paracaima. Al menos 40.000 migrantes han solicitado asilo en esa ciudad según autoridades locales.
Pero las estimaciones extraoficiales son más preocupantes aún y sostienen que, actualmente, unos 100.000 venezolanos estarían viviendo en Roraima, según la ONG Médicos Sin Fronteras.