(EFE).- El primer ministro de las Islas Vírgenes Británicas, Andrew A. Fahie, y el director de puertos de ese territorio, Oleanvine Maynard, fueron arrestados este jueves en Miami, Florida (EE.UU.), por presunto «contrabando de cocaína y lavado de dinero», informó el gobernador del archipiélago caribeño, John Rankin.
«Es mi deber como gobernador informar que esta mañana el honorable premier Fahie fue detenido en Miami por cargos relacionados con una conspiración para importar sustancia controlada y lavado de dinero», dijo Rankin en un comunicado.
El Gobierno de Estados Unidos informó al Reino Unido de este arresto «como parte del proceso habitual seguido cuando un ciudadano británico es arrestado en el extranjero», añadió el gobernador.
Fahie y Maynard, que según el diario Miami Herald se encontraban en el sur de Florida participando en el Seatrade Cruise Global, la principal cita mundial de la industria de los cruceros, fueron detenidos en el Aeropuerto Ejecutivo de Miami-Opa-locka por agentes federales encubiertos.
Los altos funcionarios de Islas Vírgenes Británicas fueron arrestados después de reunirse con agentes encubiertos de la Administración de Control de Drogas (DEA) que se hacían pasar por traficantes mexicanos de cocaína.
Ambos acudieron al aeropuerto este jueves por la mañana para ver un presunto cargamento de 700.000 dólares en un avión que creían que estaba destinado a las Islas Vírgenes Británicas, según dijeron las autoridades al Miami Herald.
Los agentes se hicieron pasar por miembros del cartel mexicano de Sinaloa.
Operación dirigida por la DEA
A Fahie y Maynard se les acusa de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y lavado de dinero y deben comparecer en una corte de Miami este viernes por la tarde junto a otro detenido, adelantó el rotativo.
Se trata de Kadeem Maynard, quien también fue arrestado hoy con relación al caso, pero no en Miami, dijeron las autoridades al mismo medio.
Al tratarse de una investigación estadounidense en curso, Rankin indicó que no dispone de más información sobre el arresto ni puede efectuar más comentarios.
Sin embargo, Rankin confirmó que el arresto fue resultado de «una operación estadounidense dirigida por la DEA».