(EFE).- Algo más de medio centenar de personas migrantes fueron interceptadas la madrugada de este lunes en la ciudad española de Ceuta, en su intento por ingresar de manera irregular en territorio español, mientras que en las últimas 24 horas las autoridades devolvieron a casi medio millar de marroquíes a su país.
Las autoridades de la localidad de Ceuta, una de las dos que España tiene en territorio africano, desplegaron durante toda la madrugada un amplio dispositivo de seguridad. Tras ser atendidos por efectivos de la Cruz Roja, las personas migrantes fueron entregadas a Marruecos, todas ellas adultas.
El dispositivo de seguridad, coordinado por la Guardia Civil, fue reforzado tanto en tierra como en mar, con patrullas y medios acuáticos monitoreando de forma continua los intentos de cruce.
La situación, que se ha venido repitiendo en los últimos días, refleja la creciente presión migratoria que afronta la Ciudad Autónoma de Ceuta, donde las fuerzas de seguridad trabajan intensamente para evitar el ingreso no autorizado en territorio español.
La oleada de esta madrugada es una más de las muchas que se han registrado en la ciudad en los últimos tiempos, con la playa del Tarajal como uno de los puntos críticos.
Menores a nado
Durante la tarde de este domingo, numerosos menores lograron cruzar a nado desde Marruecos, aprovechando la niebla que cubría el litoral, lo que mantuvo a las autoridades en estado de alerta permanente.
Ante esta situación, el presidente de Ceuta, Juan Vivas, volvió a insistir en la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva que involucre tanto al Gobierno de España como a las instituciones europeas.
La complejidad de la realidad migratoria en esta ciudad exige no solo medidas de control fronterizo, sino también una estrategia que promueva la cooperación internacional y brinde asistencia a las poblaciones más vulnerables, según Vivas.
La situación en El Tarajal se mantiene bajo vigilancia ante los continuos intentos de cruce, en un contexto de creciente preocupación por las implicaciones humanitarias y de seguridad que este flujo migratorio representa para la ciudad.
Colapso en la capacidad de acogida
Según datos hechos públicos por Vivas en una comparecencia, el número de menores atendidos en Ceuta ha pasado de 150 en enero pasado a 475 en la actualidad, lo que ha generado un colapso en la capacidad de acogida.
«Es necesaria reiterar esa petición de auxilio y de socorro», subrayó el presidente ceutí, que señaló que la situación ha llegado a un punto donde la ciudad no puede gestionar la crisis por sí sola.
Según explicó, la asistencia que se brinda a los menores en Ceuta se limita a lo esencial: «Techo o cobijo, cama, comida, ropa, aseo, salud y seguridad», y advirtió que existe un límite físico y económico en cuanto a la capacidad de acogida de la ciudad.
«Haciendo un sobreesfuerzo podemos llegar, contando con el apoyo del Estado, a 600 o 650 menores, pero a partir de ahí, Ceuta no tiene capacidad física para absorber más», concluyó.
El reparto de menores no acompañados entre diferentes comunidades autónomas es uno de los temas que más preocupa a las administraciones de las regiones de llegada de estas personas (como Ceuta, la otra ciudad en territorio africano, Melilla, o las Islas Canarias) y un asunto polémico dentro del debate político español.
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