Zenaida Amador (KonZ).- La diplomacia petrolera de Hugo Chávez le dio al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, un piso económico que le abrió espacio para su expansión política, pero también para múltiples manejos irregulares que están bajo la lupa de la justicia. Ahora el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, promete seguir el rastro de estos fondos mientras las investigaciones por lavado de dinero avanzan.
Este jueves se conoció que tres altos ejecutivos venezolanos de ALBA Petróleos de El Salvador fueron expulsados de ese país por no contar con los permisos de trabajo respectivos, según informó la Dirección General de Migración y Extranjería salvadoreña.
Al efectuar una inspección en las oficinas administrativas en la empresa los funcionarios de migración solicitaron los documentos de viaje y las autorizaciones correspondientes a los venezolanos, y detectaron “que no cumplían con los requisitos para ejercer funciones en territorio salvadoreño”.
El reporte oficial indica que se impusieron multas “tanto a la empresa contratista como a los colaboradores que percibían sueldos entre los 5.000 y 8.500 dólares además del arrendamiento de viviendas en la Residencial Garden Hill ubicada en el municipio de Nuevo Cuscatlán y el suministro de vehículos particulares”.
La noticia vuelve a encender los reflectores sobre esta empresa venezolana, constituida por Hugo Chávez como parte de su diplomacia petrolera para consolidar alianzas estratégicas y darle soporte a la izquierda en la región, cuya historia ha estado plagada de manejos irregulares y que ha servido como un instrumento con fines políticos en El Salvador.
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