Daniel Gómez (ALN).- La mayoría de los venezolanos vio con buenos ojos el acuerdo entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro para garantizar el acceso de Venezuela a 12 millones de vacunas. Por eso ahora les piden que sigan dialogando. Que negocien mecanismos para resolver la escasez de combustible, la crisis humanitaria y la reclamada ruta electoral.
Luego de varios años de decepciones, la oposición que lidera Juan Guaidó y el gobierno de Nicolás Maduro establecieron un acuerdo que contentó a Venezuela. Un pacto que permite la compra de 12 millones de vacunas para seis millones de ciudadanos.
Oposición y gobierno pactaron la liberación de 30 millones de dólares para comprar las dosis y garantizar el acceso a las cadenas de frío.
Estos fondos los liberará Guaidó del exterior, donde es reconocido como presidente encargado. Para ello, deberá solicitar a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos una licencia que habilite la recepción de recursos al ahora sancionado Banco Central de Venezuela, controlado por Maduro.
En una entrevista con el diario La Voz de América, el embajador de EEUU para Venezuela, James Story, quien trabaja desde Bogotá, felicitó a Maduro y Guaidó por el acuerdo.
“Debería felicitar tanto al régimen como al gobierno interino del presidente Juan Guaidó, que se han sentado en la mesa de negociación tres veces para hablar sobre el mecanismo Covax y cómo pueden ellos trabajar con la OPS [Organización Panamericana de la Salud] y también con la Unicef para traer las vacunas a Venezuela”, dijo Story.
Que las negociaciones entre Guaidó y Maduro continúen
En esa entrevista, el diplomático también recordó que la de las vacunas no es la única negociación pendiente que tienen Maduro y Guaidó por delante. Esto es algo que también apuntan distintos expertos venezolanos, quienes les piden a los dos principales dirigentes políticos del país acuerdos en asuntos como el cronograma de vacunación, la escasez de combustible, la crisis humanitaria, las sanciones y las elecciones.
“Si Maduro no quiere, no entra a Venezuela ni una vacuna. Si Guaidó y EEUU no aceptan que ese dinero se use para las vacunas, tampoco habría vacunas. Ambos tienen poder para impedirlo o darlo. Ambos se necesitan. Ambos se ponen de acuerdo para beneficio de todos. Pisemos tierra”, dijo el consultor político venezolano Jesús Seguías, presidente de DatinCorp.
“Ojalá este acuerdo político para avanzar con un programa de vacunación nacional para enfrentar el covid-19 en el marco del Covax sea el primero de una seguidilla de muchos. Sin acuerdos no hay futuro en ningún ámbito. En esta dimensión es lo más básico: la vida”, apuntó Michael Penfold, profesor y director ejecutivo del Instituto de Estudios Superiores de Administración de Venezuela, IESA.
“Si Maduro y Guaidó acordaron la compra de vacunas, pueden ponerse de acuerdo para resolver otros problemas. Hay propuestas para atender la escasez de combustible, reparar el sistema eléctrico y dotar los hospitales. Necesitamos un gran acuerdo humanitario”, agregó el economista y director de la ONG Petróleo para Venezuela, Francisco Rodríguez.
Por qué ahora las negociaciones sí pueden prosperar
En declaraciones al diario ALnavío, la analista y periodista venezolana Mibelis Acevedo dijo que estos “acuerdos tempranos” entre Guaidó y Maduro “con resultados exitosos podrían convertirse en pasos que allanen el camino hacia un acuerdo de gran calado, uno que contribuya a transformaciones profundas en el mediano-largo plazo”.
“Podría pensarse que acá hay una zona de oportunidad, y con características inéditas”, agregó.
Según Acevedo, el gobierno, dueño del poder en Venezuela, no está en posición de seguir rechazando pactos con la oposición. Si bien en otros momentos “ha frustrado esa expectativa, creo que su situación hoy no es la más cómoda. Eso podría bajar los costos de rectificación y aumentar los de no hacerlo. Teniendo una situación humanitaria tan grave, además, la naturaleza de esos acuerdos baja de entrada los costos reputacionales para los implicados, pues implica soluciones a problemas concretos y urgentes”.
Con todo, Acevedo detecta “una oportunidad de avanzar hacia un acuerdo integral, hacia una agenda con acento nacional”. Un acuerdo que, aunque cuente “con la intervención virtuosa de los aliados internacionales, dependerá en primer término de las diligencias, experiencia, consistencia y compromiso de los actores domésticos”.
La experta añadió que para que el acuerdo triunfe, la clave reside en “aislar a los intransigentes; que cobre fuerza ese espacio de entendimiento mínimo que, contra las resistencias, el escepticismo y los prejuicios, permita civilizar, humanizar el conflicto”.
Otra fuente consultada por este diario, no obstante, prefiere darle el beneficio de la duda al acuerdo de las vacunas logrado por Maduro y Guaidó. Su escepticismo se debe a que “la política en Venezuela está demasiado corrompida”.
Esta fuente recuerda una vieja negociación entre Maduro y Guaidó con la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina para resolver la crisis energética. Entonces la “CAF pidió un acuerdo para instalar unas plantas eléctricas en algunos estados para paliar el tema de los apagones y Juan Guaidó no firmó porque sería darle oxígeno al régimen y el proyecto se cayó”.
Aun así, “demos el beneficio de que lo van a hacer bien” en el acuerdo de las vacunas.
Todo debería comenzar por un CNE equilibrado
Si bien la mayoría coincide en que el acuerdo para las vacunas puede ser el inicio de una negociación integral, que aborde los problemas que golpean el día a día de los venezolanos, Michael Penfold indica que todo acuerdo integral tiene que partir de la base de un Consejo Nacional Electoral (CNE) confiable.
“Hay un debate sobre si la negociación debe ser integral o no. La verdad es que cualquier negociación parte de un mismo punto: un CNE creíble. Y esa es una concesión unilateral que sólo otorga el chavismo si percibe que EEUU negocia. El resto es sanciones versus cronograma electoral”, dijo el profesor del IESA.
La conformación de un CNE creíble es uno de los puntos en los que más está insistiendo la sociedad civil. De ahí los 15 postulados por el Foro Cívico Nacional para rectores del organismo. Personas de reconocido prestigio que confían en que la conformación de un CNE equilibrado y confiable es la clave para que Venezuela avance hacia la institucionalización y la democracia.