Daniel Gómez (ALN).- La Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela entrevistó a más de 1.000 familias del éxodo. Los hallazgos preocupan. Más del 50% han sido desalojados de su vivienda durante la pandemia, mientras que el mismo porcentaje declaró estar en riesgo de perder su hogar. El 11% de las familias desalojadas han terminado en la indigencia.
La vivienda es uno de los mayores retos a los más de cuatro millones de venezolanos que han huido de su país a algún confín de América Latina.
Muy pocos se pueden permitir una casa propia por lo que el arrendamiento es la opción más habitual. Alquileres en su mayoría apalabrados, porque la gran mayoría se ha ido del país por vías irregulares. Otro dato relevante es que los venezolanos rara vez viven solos. En sus hogares habitan tres o más personas. Esto denota el poco poder económico. De hecho, muchos son los que, ante la falta de ingresos, situación agravada por la pandemia, han sufrido un desalojo. Un desalojo que, cabe apuntarlo, ha sido impulsado generalmente por los caseros y no por las autoridades. Un desalojo que, además, ha llevado a muchos a la indigencia, con lo que ello supone: estigmatización, abandono, miedo…
Julissa Mantilla, relatora sobre derechos de las personas migrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo este miércoles que “los desalojos afectan los derechos humanos, económicos y sociales de las personas migrantes, refugiadas y desplazadas y en el contexto actual principalmente el acceso a la vivienda digna de las personas venezolanas”.
En este sentido, Mantilla apuntó “a la recopilación de datos” como una acción “importante para identificar las afectaciones diferenciadas, los factores de discriminación y los múltiples aspectos interseccionales, incluyendo el enfoque de género para orientar de forma precisa las políticas y medidas de protección necesarias en los países de la región”.
La recolección de datos a la que alude la relatora ya comenzó. De hecho, fue una de las encargadas de presentar la Encuesta regional de desalojos de las personas y migrantes de Venezuela. Un estudio elaborado por la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela en la que participan agencias de la ONU y la CIDH.
La encuesta consistió en 1.021 entrevistas realizadas entre el 8 de octubre y el 11 de noviembre de 2020 en Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Panamá, Perú y República Dominicana.
Los hallazgos más significativos son:
– 50,4% de los venezolanos del éxodo fueron desalojados durante la pandemia.
– El 49,6% restante declaró estar “en riesgo de desalojo”.
– 38,4% de los que fueron desalojados se encontraban de nuevo en riesgo de expulsión.
– El 11% de quienes fueron expulsados terminaron en la indigencia.
Impacto en la salud
Los venezolanos del éxodo atraviesan una situación delicada. Porque al trauma de tener que abandonar el país, en muchos casos por rutas clandestinas y peligrosas, se suma el hecho del constante miedo a no tener una vivienda digna. Esto ha provocado que el 25,5% de los encuestados reconozca problemas de salud mental y algunos, el 20,3%, incluso físicos. Un 9,4% dijo convivir entre amenazas e intimidaciones. Mientras que el 15,1% afirmó ver reducida su calidad de vida por cortes de servicios básicos de la vivienda.
El porqué de los desalojos
El coronavirus ha tenido un impacto relevante en la situación financiera de los venezolanos. Si ya de por sí era delicada, las medidas de confinamiento le arrebataron su principal fuente de ingresos: los trabajos que realizaban para vivir al día. En la encuesta, los migrantes dijeron que el principal impacto de la pandemia fue la acumulación de deudas. Esto explica el 86% de los desalojos, según afirma el estudio. Y se complementa con un 36% que no puede pagar los gastos básicos de la vivienda y con un 17% que achacan sus desalojos a la xenofobia. Este último grupo dice sentirse discriminado. Otro grupo, un 10%, asegura sentirse “amenazado-intimidado” por el arrendador.
Los principales miedos
A los encuestados también les preguntaron por sus temores. ¿Qué les da más miedo si son desalojados? El 74,7% dijo que quedarse en situación de calle, el 60,4% también aludió a contagios de coronavirus y el 45,7% apuntó la falta de acceso a los servicios públicos.
Incidentes y amenazas
El informe asegura que el 77,4% de los venezolanos sufrió algún incidente de seguridad relacionado con el desalojo. Al 27% le han realizado un corte de los servicios básicos. El 23% ha vivido confrontaciones de forma directa con el arrendador. El 14% ha tenido situaciones de discriminación o xenofobia. Y el 10% ha recibido mensajes intimidatorios por teléfono.
Escasa protección
El 77,4% de los hogares a los que entrevistaron respondieron la pregunta sobre la asistencia recibida. Es decir, la protección que recibirían frente a los desalojos. De esta muestra el 69,8% apuntó que no recibe ningún tipo de asistencia. Esto es así porque la mayoría de los contratos son orales, un 73%, o porque los que se realizan de forma escrita no están regidos por un tercero, ya sea un abogado o una entidad del Estado. De hecho, la asesoría técnica que ofrecen las autoridades civiles y organismos de control es baja: sólo se da en 27% de los casos. También es llamativo que, en los casos de desalojo, en el 81% de las veces no acudió ninguna autoridad civil.
Brasil, el país que más protege a los migrantes
Llama la atención que Brasil es el país en el que más venezolanos ingresan de forma irregular. Un 94% lo hizo así, mientras que en Perú el indicador fue de 78%, en Colombia del 62% y en Ecuador del 48%. Pese a ello, Brasil es el lugar que más protege la vivienda de los venezolanos. Es, por ejemplo, el único país donde la incapacidad de pagar el alquiler es un motivo de riesgo inferior al 50% cuando la media regional supera el 87%. También es el país que ofrece mayor asistencia a los migrantes: el 37% fueron asistidos, mientras que en países como Perú y Ecuador esto rondó el 32%. Brasil es, además, el país donde más venezolanos han obtenido la condición de refugiados: 20%, frente al 6% en Perú y poco más del 2% en Colombia y Ecuador.
Propuestas para proteger a los venezolanos
Desde la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela apuestan por “soluciones duraderas”. Y esto es: “Que la atención de las autoridades locales, nacionales o federales, según sus competencias, se dirija principalmente a garantizar las condiciones de alojamientos en donde viven las personas refugiadas y migrantes. En lo inmediato: albergues o vivienda temporal; y en el mediano y largo plazo, la inclusión en planes de vivienda en las localidades en las que permanecen”.