Redacción (ALN).- Los jóvenes ya no la tienen tan fácil para dejar las casas de sus padres. Ahora dejar el núcleo familiar y emanciparse antes de los 30 años, es un sueño casi imposible de cumplir.
Las causas de esto son la inflación, el salario, los aumentos de los precios de alquiler y la imposibilidad de acceder a una hipoteca de una vivienda.
Según datos publicados por el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España recogidos en el segundo semestre de 2022, los jóvenes se emancipan a los 30,3 años de media, lo que representa la cifra más alta desde que hay registros.
En Europa la edad media es de 26,4 años, según Eurostat.
Y es que en España, el salario medio de una persona joven subió un 4,6%, estableciéndose en los 13.079,19 euros netos al año (o 1.089,93 euros netos al mes), mientras que el precio de las viviendas en alquiler lo hizo un 7,55%.
Asimismo, el alquiler medio de una vivienda se establecía en 912 euros. De esta manera una persona joven tendría que dedicar el 83,7% de su sueldo. Eso, sumado a los 141 euros de media que cuestan de media los suministros y servicios de una vivienda (como los recibos de agua, luz, gas, etc.), supondrían 1.053 euros al mes, el 96,6 % de su sueldo. Es decir, sólo le quedarían 36,93 euros para adquirir alimentos, comprar ropa y gastar en ocio, algo completamente inasumible.
Ante la imposibilidad de alquilar en solitario, uno de cada tres jóvenes que viven de alquiler se ven obligados a hacerlo en una vivienda compartida, reseña ABC.
El incremento del precio medio de compra de la vivienda, en la opción de pagar una hipoteca, tampoco era mucho mejor para las personas jóvenes, porque la entrada media de una vivienda se establecía a finales de 2022 en 49.852,20 euros, el equivalente a 3,8 años completos de sueldo de alguien que tuviera menos de 30 años.
¿Los estudios garantía de la emancipación?
En cuanto al mito de que los estudios superiores garantizan una mayor estabilidad, el estudio muestra que esto tampoco garantizaba, en ningún caso, poder emanciparse.
Tan sólo el 22,9% de las personas jóvenes que habían completado enseñanzas de formación profesional de nivel superior o estudios universitarios se habían podido emancipar.