Daniel Gómez (ALN).- Organismos de derechos humanos de París, Berlín, Washington y Lima piden a Uruguay que no acepte la petición de asilo del expresidente peruano Alan García. Quieren que el país “no manche” su tradición democrática. Y es que el mandatario, dicen, no tiene motivos para pedir el asilo ya que se le acusa de participar en el escándalo Odebrecht.
¿Qué está pasando con el expresidente Alan García? Asegura que se siente acosado en Perú. Que hasta teme por su vida. Por eso está en Uruguay, donde pide asilo a tenor de un acuerdo diplomático favorable. Eso, además, explica que el gobierno de Martín Vizcarra no detenga sus planes. Aun así, Lima envió a Montevideo la documentación del caso García para que las autoridades uruguayas investiguen.
“Resulta una oportunidad para Uruguay de demostrar su apoyo en la colaboración con la Justicia peruana y para reafirmar los valores democráticos que caracterizan a este país”, dijo este miércoles Juan Francisco Soto, vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), en una nota de prensa titulada “Uruguay no debe dar asilo político a Alan García”.
FIDH: “Uruguay no debe dar asilo político a Alán García”
La FIDH es un organismo no gubernamental con sede en París y representación en 112 países. Se declaran defensores de una justicia “efectiva y respetuosa”, como en este caso, afirman, es la de Perú. Remarcan que es el país que más avances ha hecho investigando el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht en América Latina.
García, quien presidió Perú de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011, está siendo investigado por este escándalo. Por recibir presuntos sobornos para la licitación en 2009 de la Línea 1 del Metro de Lima. Según declaró el hombre fuerte de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, el expresidente aceptó 200.000 dólares de pagos en negro.
Por eso “la persecución política es inexistente”. Lo dijo la FIDH, y lo dijo también Vizcarra cuando se enteró el domingo de la petición de asilo de García. Una petición que para el organismo de derechos humanos no tiene fundamento y que, según su criterio, Uruguay debe rechazar.
“La justicia peruana está mostrando resultados en la lucha contra la corrupción, pero esta no puede ser aislada y requiere ser encarada de manera frontal y categórica. Conforme a las convenciones contra la corrupción, la Interamericana de 1996 y la de Naciones Unidas de 2003, Uruguay también está en la obligación de luchar contra este flagelo”, pidió Soto.
Presión desde Berlín, Washington y Lima
La FIDH no es el único organismo que presiona a Uruguay para que rechace el asilo a García. Transparencia Internacional, con sede en Berlín y operaciones en 70 países, también se ha pronunciado. Fue la jefa de la institución, la abogada argentina Delia Ferreira, la que dijo en Twitter que “el asilo político no debe convertirse en una herramienta de impunidad en casos de corrupción”.
José Ugaz, presidente del capítulo peruano de Transparencia Internacional, Proética, dijo que “sería una lástima que Uruguay manche ese prestigio y esa tradición construida a lo largo de décadas por una decisión del presidente, Tabaré Vázquez, que fuera equivocada”. Eso declaró en el medio peruano La Mañana de El Espectador.
Otros que se han manifestado en contra de la petición de asilo son la Oficina en Washington de Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional. La oposición peruana también clama contra el movimiento del mandatario y pide coherencia a Uruguay.
El salvador de García
A la espera de una decisión del gobierno de Vázquez, lo que se sabe es que García solicitó asilo a Uruguay conforme a lo dispuesto en la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, de la cual Perú y Uruguay son firmantes. Y es este el acuerdo que frena la acción del Gobierno peruano y que, en principio, obliga al uruguayo a aceptar el asilo del expresidente.
Mientas, García, refugiado en la residencia del embajador uruguayo en Lima, denuncia una persecución política por medio de su abogado. “Nosotros habíamos tomado conocimiento de que la próxima semana se había citado tres veces al expresidente y se preparaba una detención en una de estas diligencias y esto es parte de una criminalización del comportamiento de Alan García”, dijo el defensor del exmandatario, Erasmo Reyna, en declaraciones al Canal N el domingo.
Reyna dice que García teme por su vida. Asegura que ha recibido amenazas de muerte y que la decisión de marcharse a Uruguay es para proteger su “integridad física y libertad”.
En ese mismo momento, en Twitter, el presidente de Perú reivindicó la independencia del Gobierno y de la Justicia. “No existe persecución política en el Perú, y todos los peruanos debemos allanarnos a la justicia, sin excepciones”.