María Rodríguez (ALN).- No sólo de los acuerdos de paz habla el expresidente colombiano Juan Manuel Santos en el libro La batalla por la paz. También se vale de memorias personales para explicar sus impresiones sobre líderes mundiales como el papa Francisco, Donald Trump, Barack Obama, Nicolás Maduro, Rafael Correa y Gabriel García Márquez. “Entre tantas personalidades, hay un líder más espiritual cuyo apoyo (por la paz) siempre me conmovió”, son algunas de las palabras que dedica al Sumo Pontífice. De Maduro dice que es “tan altisonante y pasional como su antecesor (Hugo Chávez), pero con menos carisma, escaso sentido del humor y pobre capacidad intelectual”.
En el libro La batalla por la paz, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos no sólo relata de forma exhaustiva el largo y difícil camino recorrido para lograr los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC. También se vale de memorias personales para evaluar a distintas personalidades y líderes mundiales, que tuvieron un papel más o menos relevante en el camino por la paz.
El papa Francisco
“Entre tantas personalidades, a quienes guardo una inmensa gratitud, hay un líder más espiritual que terrenal cuyo apoyo siempre me conmovió y que fue, además, de gran importancia para el país: el papa Francisco, el primer sumo pontífice de la Iglesia católica nacido en América Latina”, destaca Santos.
Del Papa dice que “fue una constante voz de aliento y de respaldo al proceso de paz en Colombia”, y siempre que podía, en las diversas intervenciones públicas, “bendecía los esfuerzos de pacificación”.
“Cada vez que me veía, me estimulaba a continuar, a no claudicar en la búsqueda de la paz (…) Persevere, manténgase, no vaya a flaquear”, le decía el Papa al expresidente.
Donald Trump
La primera vez que Santos menciona en el libro al presidente estadounidense Donald Trump, destaca que su posición de “cooperación contra el narcotráfico y la migración”, es “mucho más dura y radical que la de su antecesor”, Barack Obama. En relación con Colombia, “se mantuvo en lo esencial el apoyo al proceso de paz, que él encontró ya finalizado y en proceso de implementación”, destaca el expresidente.
Cuando Trump ganó las elecciones, Santos lo llamó para felicitarlo. “Fue una charla breve y cordial”. Ahí Trump le dijo que “quería mucho a Colombia por dos razones, por las mujeres tan bonitas y porque ustedes tienen una muy buena mano de obra y unos productos excepcionales”. Santos justifica la referencia a las mujeres porque Trump fue dueño de la franquicia de Miss Universo por 20 años, y porque Colombia ha tenido dos reinas y seis virreinas universales en ese concurso.
El día que Juan Manuel Santos le gritó por teléfono a Nicolás Maduro
Nicolás Maduro
En cuanto a las relaciones con Nicolás Maduro, Santos afirma que al igual que con Hugo Chávez, tuvieron sus altas y bajas. Ahora bien, subraya las diferencias. “Maduro, un devoto discípulo de Chávez, es tan altisonante y pasional como su antecesor pero con menos carisma, escaso sentido del humor y pobre capacidad intelectual”, dice Santos en el libro.
“Estando en pleno proceso de paz chocamos en varias ocasiones, sobre todo por problemas fronterizos. Sin embargo, mantuvimos intacta la cooperación en la búsqueda de la paz de Colombia, algo en lo que Maduro fue fiel al legado de Chávez hasta que el acuerdo de paz fue firmado. Eso también debo reconocerlo”, continúa el expresidente.
¿Cuándo se agrietó la relación definitivamente entre Santos y Maduro? Cuando este “convocó la Asamblea Constituyente ilegítima”. Así, “Maduro consolidó una dictadura sobre su pueblo, muy al estilo de las repúblicas ‘democráticas’ de la antigua Unión Soviética”, sostiene Santos. Añade que Maduro le tildó de “traidor” y que “no ahorró en insultos o amenazas” contra él “porque Colombia denunciaba las crecientes violaciones de los derechos humanos y democráticos en Venezuela”.
Rafael Correa
Respecto al expresidente ecuatoriano Rafael Correa, Santos considera que tiene una “personalidad muy diferente a la que tenía Chávez, quien se caracterizaba por esa simpatía y extroversión caribeña que ayudaba a entrar rápidamente en confianza”. El temperamento de Correa “es más serio, más reservado, pero a la vez más directo, y en eso nos identificamos”, relata Santos.
Pese a encontronazos puntuales, dice que construyeron una “relación positiva” que “llevó a un nivel de cooperación entre nuestros gobiernos, en asuntos económicos, comerciales y de seguridad, que no se había visto nunca antes (…) Y logramos algo más. Correa, al igual que Chávez, se convirtió en un aliado y promotor de la paz en Colombia”, destaca Santos.
Barack Obama
Santos y Barack Obama se vieron por primera vez en una Asamblea General de Naciones Unidas. “Mi primera impresión fue la de un hombre lleno de energía, con un carisma desbordante, que hablaba y actuaba desde el corazón, con autenticidad, alejado de los formalismos diplomáticos”, describe.
“Sólo con algunos líderes del mundo se desarrolla una cierta química inmediata, una conexión especial. Así ocurrió con el presidente Obama desde el primer momento, y esa buena química se mantuvo en adelante”, declara el expresidente colombiano en la obra.
Cómo ayudó Gabriel García Márquez al acuerdo de paz en Colombia
Gabriel García Márquez
Mención especial de Santos para el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. “Siempre fue un trabajador incansable y discreto por la paz” en Colombia, dice Santos. Recuerda la “gran discreción” con la que García Márquez trabajó por la paz en el país.
“Nunca se acabará de conocer cuánto y de qué variadas formas trabajó en silencio y sin aspavientos nuestro Nobel de Literatura para buscar una solución al conflicto interno. A García Márquez le debemos mucho más que libros y la gloria literaria. Le debemos su compromiso permanente y muy efectivo con la paz”, insiste un agradecido expresidente.