Juan Carlos Zapata (ALN).- El régimen de Maduro ha atacado al informe Bachelet sobre los derechos humanos en Venezuela. El régimen le ha hecho reparos. El número 2 del régimen, Diosdado Cabello, ha convocado a una marcha en contra del documento, y ha dicho más. El régimen ha presentado al menos 70 observaciones. Entre otras, señala que el informe no es imparcial, es sesgado, que “se privilegian excesivamente las fuentes carentes de objetividad y se excluye casi en su totalidad la información oficial”. Añade que el 82% de las fuentes de información están ubicadas fuera del país.
Una de las críticas más duras quizá provenga de Diosdado Cabello, quien dijo: “Ese informe no lo hace ella, es realizado, hecho y redactado por el imperialismo norteamericano y ella sólo lo firma; con eso quieren colocar a Venezuela en una situación desventajosa con el tema de los derechos humanos”. Que ella presentó el informe en la oficina de Elliott Abrams, Enviado Especial de Donald Trump para Venezuela; que aquel lo aprobó y ella lo firmó. Se hizo eco Cabello de una especie que tergiversa el carácter del informe, al señalar que “La señora Bachelet se mete con la mujer venezolana, la acusa de prostituirse”.
Cabello colgó este mensaje de Twitter este 9 de julio: #BacheletMienteYEngaña al servicio de los más perversos intereses del imperialismo, la señora Bachelet obedece las órdenes que sus jefes imperiales le imponen, todavía no entiende que somos libres, soberanos e Independientes. Nosotros Venceremos!!
Cabello reacciona así al hecho de que el informe lo señala a él directamente, al programa de televisión, Con el mazo dando, conducido por el mismo Cabello, que es el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente. Al programa se le ubica dentro de una maquinaria mediática diseñada para descalificar, desacreditar y atacar a los opositores o críticos del gobierno. Se apunta que en la retórica del ataque y la desacreditación participan altos rangos del gobierno, y en este caso, el señalamiento es directo hacia Cabello. Es como si Michelle Bachelet –o la ONU misma- le estuviera diciendo a Cabello, señor, ocupe su puesto, compórtese a la altura del cargo y de la institución que representa, si es que la Asamblea Nacional Constituyente es todo lo que el discurso chavista dice que es.
El informe Bachelet coloca a Diosdado Cabello contra la pared
El informe apunta, en concreto, que “la oposición política, los/as activistas de derechos humanos y los/as periodistas, entre otros/as, son con frecuencia blanco de discursos que los tildan de “traidores” y “agentes desestabilizadores”.
Se podría decir que Cabello ha considerado la mención a su programa y a su cargo en el informe como un ataque personal, y de allí la reacción. Pero no, Cabello es así. Y para ejemplo lo que dice y cómo lo dice en el cuestionado programa, que al aparecer señalado en el informe, lo ubica en el foco de la ONU y en el foco mundial.
Ya Cabello en marzo había atacado a la Alta Comisionada cuando esta presentó un primer infirme ante la ONU. Entonces Cabello dijo que ese informe estaba tergiversado, y que no esperaba menos de quien había gobernado Chile con la Constitución del dictador Augusto Pinochet, lo cual, a su juicio, la descalificaba para hablar de derechos humanos.
Se podría decir que Cabello ha considerado la mención a su programa y a su cargo en el informe como un ataque personal, y de allí la reacción. Pero no, Cabello es así. Y para ejemplo lo que dice y cómo lo dice en el cuestionado programa, que al aparecer señalado en el informe, lo ubica en el foco de la ONU y en el foco mundial.
Pero la observación del informe no se queda allí. También apunta hacia la Asamblea Nacional Constituyente. Señala en un pie de página que la Asamblea Nacional Constituyente fue “establecida en agosto de 2017 tras un proceso electoral carente de inclusión política y viciado de irregularidades”. Y añade que “la ANC asumió de facto las responsabilidades constitucionales de la Asamblea Nacional”.
El ataque de Cabello a Michelle Bachelet no le hace ningún favor a Maduro. Ni en lo interno ni en lo externo. La izquierda democrática lo estará observando. La expresidenta de Chile goza de prestigio internacional. No es Dilma Roussef. No es Lula. En un mundo en el que los expresidentes salen cuestionados del gobierno, o directamente a enfrentar una causa judicial por corrupción, Michelle Bachelet, por el contrario, abandonó la presidencia de Chile para ocupar el cargo de Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
¿Pero es cierto lo que señala el régimen de Maduro sobre las fuentes usadas para elaborar el informe? El relato del documento es otro. Ya el Consejo de Derechos Humanos había solicitado a Bachelet que preparara “un informe exhaustivo por escrito sobre la situación de los derechos humanos en la República Bolivariana de Venezuela” (Venezuela) y se lo presentara en su 41º período de sesiones”. Y eso fue lo que hizo Bachelet. Y eso fue lo que hicieron los equipos técnicos.
Que el régimen de Maduro intente echar por tierra los resultados del informe, contradice lo que él mismo acordó con la Alta Comisionada, lo cual de por sí habla de la gravedad de la situación de los derechos humanos en Venezuela: “El Gobierno adoptará un calendario de diez visitas de los Procedimientos Especiales en los próximos dos años. En seis meses, el ACNUDH y el Gobierno evaluarán la posibilidad de aumentar la presencia del ACNUDH y establecer una oficina de país”. Lo anterior dice mucho. Confirma lo que adelantó el diario ALnavío. Que el régimen de Maduro es un régimen monitoreado por la ONU en materia de derechos humanos.
El régimen de Maduro está bajo supervisión directa de la ONU
Leer más
De dónde proviene la información
El informe, por su parte, detalla cómo levantó la información. Aquí está el inventario.
En la primera actividad de la misión, del 11 al 22 de marzo de 2019, se efectuaron reuniones con “una amplia variedad de partes interesadas, incluyendo actores estatales, en Caracas, Barquisimeto, Valencia y Ciudad Guayana”.
Entre “septiembre de 2018 y abril de 2019, el ACNUDH llevó a cabo nueve visitas para entrevistar a personas refugiadas y migrantes venezolanos en la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, México y Perú”.
Que el régimen de Maduro intente echar por tierra los resultados del informe, contradice lo que él mismo acordó con la Alta Comisionada, lo cual de por sí habla de la gravedad de la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Bachelet estuvo en Caracas entre el 19 y el 21 de junio. Se reunión con Maduro. Con la Vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez. Con el canciller Jorge Arreaza. Con el fiscal general, Tarek William Saab. Con el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno. Con el Defensor del Pueblo. Con el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López. Con el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello. Se reunió con 17 ministerios, incluyendo Interiores, Defensa, Salud, Economía y Educación.
Se reunió con el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien estuvo acompañado por un grupo de diputados.
Se reunión con la Iglesia Católica. Con empresarios. Representantes de “universidades, estudiantes, sindicatos, organizaciones de derechos humanos, aproximadamente 200 víctimas, la comunidad diplomática y el equipo de la Organización de las Naciones Unidas en el país”.
Se realizaron “558 entrevistas con personas víctimas, testigos y otras fuentes, incluyendo abogados y abogadas, profesionales de la salud y de los medios de comunicación, defensores y defensoras de los derechos humanos, y ex militares y oficiales de seguridad”.
“460 entrevistas fueron realizadas en la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, y Perú, y 98 de manera remota”.
“159 reuniones con una amplia variedad de partes interesadas, incluyendo actores estatales”.
Se produjeron “En la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Perú, Suiza, y Venezuela”.
Se mantuvo la confidencialidad a fuentes por temor a represalias.
“El informe también refleja el análisis de numerosos documentos que el ACNUDH reunió y examinó, incluyendo documentos oficiales del Gobierno, informes de fuentes abiertas, legislación y documentación jurídica, informes médicos y forenses, contenidos de medios de comunicación (incluyendo de las redes sociales), videos, y fotografías”.
Con la data oficial hay un problema. “El ACNUDH remite a la información y a los datos oficiales siempre que es posible, pero nota que el acceso a dicho material es limitado, ya que las publicaciones oficiales, incluso estadísticas, han sido escasas e inexistentes en algunos ámbitos, por lo menos desde 2015”.
Este es un asunto conocido en Venezuela. Por ejemplo, sólo recientemente, después de años de mantenerlas en secreto, el BCV publicó estadísticas sobre economía.
“El ACNUDH evaluó la información recopilada a la luz de la legislación internacional en materia de derechos humanos aplicable en Venezuela y de las leyes nacionales pertinentes. Además, el ACNUDH tuvo presentes instrumentos normativos relevantes reconocidos como complementarios de las normas internacionales”.