María Rodríguez (ALN).- El mandatario chileno Sebastián Piñera no estará en la Cumbre Iberoamericana de esta semana en Guatemala. Tampoco el argentino Mauricio Macri. De Brasil y México acudirán los presidentes salientes. El que sí está entre los confirmados es Daniel Ortega. Si va generará “morbo” y “controversia”, avanzan algunos de los analistas consultados por ALnavío. Creen que este foro está desfasado por el contexto internacional y no sólo por las ausencias destacadas.
La XXVI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno se celebrará este jueves y viernes en la ciudad de Antigua (Guatemala) bajo el lema: ‘Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible’. Y lo hará con ausencias destacadas. Según publica el portal guatemalteco Prensa Libre entre los confirmados no están ni Sebastián Piñera, presidente de Chile; ni Mauricio Macri, de Argentina.
Por Brasil y México olvídense de ver a los presidentes electos Jair Bolsonaro y Andrés Manuel López Obrador. Acudirán los mandatarios salientes, Michel Temer y Enrique Peña Nieto, que ya poco o nada pueden decidir por el futuro de sus respectivos países. Tampoco asistirá Nicolás Maduro (Venezuela), ni Miguel Díaz-Canel (Cuba).
El que sí está entre los confirmados es el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Aunque hay quienes tienen dudas. “Está por ver que vaya Ortega, me lo dice mi olfato político. Pero si va tendrá morbo”, comenta al diario ALnavío Manuel Alcántara, catedrático de Ciencias Políticas y de la Administración de la Universidad de Salamanca, especializado en sistemas políticos en América Latina.
Por su parte, Jorge Santiago Barnés, director del Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política de la Universidad Camilo José Cela, explica a este diario que, sin duda, “la asistencia de Ortega va a generar controversia, por la situación en Nicaragua y porque el Gobierno no haya sabido gestionar esa crisis. Por ejemplo, al emplear al Ejército contra su propia población y de manera desmesurada”.
Barnés: «La asistencia de Ortega va a generar controversia»
Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la madrileña Universidad de Alcalá de Henares, subraya que, aunque los temas políticos no están contemplados en la agenda de esta cumbre, “no nos engañemos, la crisis de Nicaragua va a terminar saliendo”. ¿Por qué asistirá Ortega al evento? “Ahora mismo es un apestado, políticamente hablando, pero entiendo que quiera romper el aislacionismo en el que se encuentra intentando acudir a los pocos foros donde pueda tener cierta presencia”, destaca Núñez.
Al margen de si Ortega será (o no) el picante del foro, los analistas consultados por ALnavío destacan que esta será una cumbre “deslucida” por diferentes motivos.
Uno de ellos es Anna Ayuso, investigadora senior para América Latina del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (Cidob). “La cumbre va a ser un poco deslucida. En Brasil el presidente está en transición. En México también. Al menos, por parte de España sí se ve que van todos, con el rey, el presidente, y el ministro de Asuntos Exteriores. Es una apuesta decidida”.
¿Un esquema desfasado?
Alcántara va más allá. “Tengo una posición muy negativa no sólo por esta cumbre sino desde hace bastante tiempo. Creo que es un esquema muy pasado de moda. Quizá en su momento estas cumbres tuvieron su interés y sentido, pero hoy ya no saben cómo abordar los grandes temas. Además, la agenda internacional está sobresaturada”, subraya el catedrático.
Lo dice, entre otras cuestiones, por los motivos de la ausencia de Piñera: acudirá al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará estos días en Nueva Guinea.
¿Por qué no va Macri (si se cumplen los pronósticos)? “Dirá bastante quilombo tengo yo en Argentina, que me están devaluando la moneda, como para ir a la cumbre”, explica irónico Barnés. Y añade: “Seguro que Macri considera que la reunión es positiva, pero dirá qué van a pensar los argentinos y qué va a sacar de la cumbre para el bien de Argentina. Nada”.
En la línea de Alcántara en cuanto al modelo desfasado de estos foros se pronuncia Barnés. “Antes estas cumbres eran una oportunidad. Me lo han dicho expresidentes como Luis Alberto Lacalle (Uruguay) y Eduardo Duhalde (Argentina), que antes las cumbres iberoamericanas eran el principal foro de reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica. Podían coincidir dos veces al año, en estas cumbres y en otros espacios. Ahora se reúnen muy a menudo con tantos foros y eventos, de forma que al final no es la propia cumbre la que queda deslucida, sino que ya están cansados de verse”, detalla Barnés. “No es que la metodología de la cumbre esté mal, pero hay que cambiar el modelo por el contexto actual”, precisa.
También considera que se trata de un foro deslucido David Redoli, miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP). “Tiene que ver con el agotamiento del actual sistema de cumbres iberoamericanas y con la necesidad de revitalizar políticamente el espacio iberoamericano. Hace falta liderazgo”, subraya Redoli. No obstante, apunta que cada vez el espacio iberoamericano va a ser más importante, “lo queramos o no”.
“Desde el punto de vista estratégico la clave es la importancia de articular un espacio político y económico a nivel de Iberoamérica porque todos los bloques lo están haciendo. El asiático, el anglosajón, la Unión Europea… Si Iberoamérica no tiene la inteligencia política de aprovechar las sinergias y crear fuerza propia estaría desaprovechando una oportunidad de oro”, detalla Redoli.
Núñez defiende en parte este foro. “Cada cumbre son dos años de muchísimo trabajo, incluidas las reuniones interministeriales. La fiesta final a uno le gustaría que fuera lo más lucida posible pero los tiempos son los que son, ha habido dos elecciones muy próximas en los dos países más importantes de la región y por eso los mandatarios electos no van”, recuerda el profesor.
¿Y el papel de España?
El rey de España Felipe VI acudirá a la cumbre junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al ministro de Exteriores, Josep Borrell. Para Alcántara es una muestra más de que hay “un renovado interés” por América Latina.
Si Ortega finalmente acude a la cumbre se verá cara a cara con Borrell, abiertamente crítico con la situación en Nicaragua. Este encuentro podría ser un capítulo aparte en la cumbre.
En el Foro Iberoamericano organizado recientemente por El País, Borrell advirtió: “Hay unos líderes y movimientos políticos [en América Latina] que se instalan en la posverdad apoyándose en la indiferencia del ciudadano frente a la realidad de los hechos”. Se refirió claramente a Venezuela y Nicaragua. De esta última subrayó que el gobierno de Ortega “niega las cifras que da la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respecto a la violencia”.
Y es que Borrell está haciendo un llamado para que la comunidad internacional fije la atención en el régimen de Ortega, al que define como una dictadura y al que acusa de ser responsable de una “represión sangrienta”. Y va más allá. Borrell pide sanciones para el gobierno de Ortega.
Felipe González, expresidente del Gobierno de España, también fue muy explícito en dicho foro sobre la amenaza de Ortega en Nicaragua. “Hay un deterioro de la democracia. Hay gobernantes que llegan por el voto, y que gobiernan con las botas. Con las botas de gobernar. Nicolás Maduro perdió la legitimidad de origen cuando nombró la Asamblea Constituyente. Daniel Ortega ha recuperado de la tumba a Anastasio Somoza. Ha degradado la revolución sandinista en una tiranía arbitraria”, dijo González.
Por qué Maduro y Ortega son una amenaza para la democracia en América Latina
Dos gobiernos repudiados pero que se aferran al poder
A la banca española también se le desgasta la confianza en Nicaragua, donde ha puesto en cuarentena buena parte de los negocios. En Nicaragua la economía marchaba bien. Hasta que se descarriló el asunto político y todas las fuerzas vivas, incluyendo a los empresarios aliados de Daniel Ortega, se colocaron en la otra acera del régimen (Leer más: A la banca española se le desgasta la confianza en México y Nicaragua).
Al margen de Nicaragua, Barnés subraya que “España tiene que ir con todo a la cumbre porque es la que convoca estos foros, pese a que no siempre les haya dado importancia. Para España es vital mantener relaciones directas y prioritarias con América Latina. Es nuestro principal foco cultural y comercial”. De ahí que califique de “cierto” que el gobierno de Sánchez le dé “la importancia y repercusión” que merece.
La misma línea la comparte Redoli. “El Gobierno de España tiene muy, muy claro que el espacio iberoamericano lo va a cuidar y a mí me parece un acierto”, concluye.