Antonio José Chinchetru (ALN).- 13 países de América Latina y la Unión Europea condenan la represión que ejerce el régimen de Ortega contra los manifestantes en Nicaragua. La cuestión no estaba en la agenda oficial de la reunión mantenida por los gobiernos de la Celac y la UE. Sin embargo, sí se ha tratado y se han emitido condenas. El sandinismo encuentra un refugio en el encuentro del Foro de Sao Paulo que se celebra en La Habana.
La represión a sangre y fuego por parte del régimen de Daniel Ortega preocupa a ambos lados del Atlántico. La situación en Nicaragua no formaba parte de la agenda oficial de la reunión ministerial entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en Bruselas el lunes y martes. Sin embargo, terminó muy presente en el encuentro y desde ambos bloques se condenó la actitud del sandinismo. Mientras tanto, la extrema izquierda latinoamericana respalda al gobierno orteguista en el encuentro del Foro de Sao Paulo que tiene lugar en La Habana.
13 países latinoamericanos presentes en la reunión mantenida por la Celac y la UE emitieron un comunicado exigiendo el fin de la violencia. El texto fue firmado incluso por dos gobiernos que no participan en la unidad de acción regional frente a Nicolás Maduro. Los gobiernos europeos también expresaron su preocupación.
13 gobiernos latinoamericanos condenan “la represión y violencia contra estudiantes y miembros de la sociedad civil”
Los gobiernos latinoamericanos del Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú) emitieron junto con los de Ecuador y Uruguay una Declaración Especial sobre la situación en la República de Nicaragua. En el texto expresan su “preocupación por la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales y su más firme condena a los graves y reiterados hechos de violencia” en el país centroamericano. También condenan “la represión y violencia contra estudiantes y miembros de la sociedad civil, así como la tardanza en brindar asistencia médica urgente a los heridos”.
Los firmantes exigen “el cese inmediato a los actos de violencia, intimidación y amenazas dirigidas a la sociedad nicaragüense; y el desmantelamiento de los grupos paramilitares”. También reclaman el restablecimiento del diálogo nacional “dentro de un clima de respeto a las libertades fundamentales” y “el fortalecimiento de la democracia, los Derechos Humanos y el Estado de derecho en ese país”.
El resultado de las negociaciones debe conducir, según el comunicado, a “la celebración de elecciones libres, justas y oportunas, en un ambiente libre de miedo, intimidación, amenazas o violencia”
La UE no ha tomado una postura de forma oficial, pero eso no significa que los Estados miembro no hayan tratado la cuestión entre sí y con los países miembros de la Celac. El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, dijo que “todo el mundo expresó su preocupación ya que las cosas no van a mejor” en Nicaragua, según informó Europa Press. El jefe de la diplomacia española dijo que el gobierno de Alemania fue el más contundente en esta cuestión. Añadió que “muchas veces en estas ocasiones lo que se hace es plantear el problema y la solución se encuentra después entre bambalinas”.
Sobre la ausencia de la crisis de Nicaragua entre los asuntos tratados oficialmente, Borrell explicó que “una cosa son los temas de la agenda y otra los contactos que se hacen”.
La extrema izquierda latinoamericana respalda a Ortega
Mientras que una parte significativa de los gobiernos latinoamericanos y los Ejecutivos de la Unión Europea toman partido contra la represión del régimen de Ortega, este último encuentra el respaldo de la extrema izquierda latinoamericana. El encuentro del Foro de Sao Paulo que se está celebrando en La Habana es territorio amigo para el gobierno del autócrata de Nicaragua.
Uno de los ponentes del encuentro fue el secretario de Relaciones Exteriores del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Jacinto Suárez. El dirigente orteguista sostuvo, como si no hubiera masivas manifestaciones de protesta en toda Nicaragua, que el sandinismo ha jugado un decisivo papel cohesionador dentro de la nación y también en el continente, según publicó el diario oficialista cubano Granma.
Suárez afirmó que “los sandinistas tenemos la razón, y el que tiene la razón triunfa, tarde o temprano. Hemos derrotado al enemigo en esta batalla, la guerra de nuevo tipo que se nos está imponiendo. La próxima batalla serán las elecciones, tenemos tiempo para rectificar lo que sea necesario, avanzar en nuestro proceso revolucionario y estar en condiciones de vencer”.
En un discurso calcado del que mantienen los dirigentes del chavismo sobre Venezuela, el representante sandinista aseguró que Nicaragua “quiere la paz” y que su gobierno está “luchando por ella a pesar del terrorismo mediático”. También criticó “la violencia en las calles, los ataques a las instituciones gubernamentales y el papel infame de la Organización de Estados Americanos (OEA), desvirtuando lo que realmente ha pasado en su país”, según el periódico del castrismo.
Uno de los participantes en el encuentro de Cuba fue Adán Chávez, hermano de Hugo Chávez y miembro de la ilegal Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela. En declaraciones al Granma comentó la intervención de Jacinto Suárez y defendió al régimen de Daniel Ortega.
Adán Chávez: “En Venezuela no han podido ni podrán, en Nicaragua no van a poder”
El dirigente chavista dijo: “Lo que está pasando en Nicaragua parece una copia fiel y exacta de lo que hicieron, sobre todo el año pasado, los primeros meses de 2017, en Venezuela. Exactamente igual. Los encapuchados, los dirigentes de la oposición que dicen que están realizando manifestaciones pacíficas y entonces en la calle tienen una gran cantidad de encapuchados armados, con armas de todo tipo. Con armas de alto calibre, quema de autobuses, quema de instituciones públicas, asesinatos de personas, quema de personas vivas. Todo eso lo hicieron en Venezuela y lo están haciendo en Nicaragua ahora y es parte del guion violento dirigido por el imperio norteamericano”.
“En Venezuela no han podido ni podrán, en Nicaragua no van a poder”, añadió.