(EFE).- El director dominicano Oz Rodríguez le pone humor al reguetón en la serie de comedia «Neon», que estrenó este 19 de octubre y muestra la cara cómica de reguetoneros como Daddy Yankee, Jhay Cortez o Jowell.
Santi (Tyler Dean Flores), un joven productor, compositor y cantante, llega a Miami (EE.UU.) sin más aspiración que la de convertirse «en la estrella de reguetón más grande del mundo».
Acompañado de sus dos mejores amigos, Ness (Emma Ferreira) y Félix (Jordan Mendoza), y con un único éxito musical en internet, el cantante se adentrará a ciegas en una industria hostil, saturada de talento y llena de apariencias.
Antes de llegar a la cima, Santi tendrá que dar espectáculos en lugares con poco público, afrontar la crítica negativa de la prensa especializada e incluso «vivir» temporalmente en un Toyota Corolla 2009.
«Queríamos que se viera real, que fuera chistoso y que el público creyera en Santi, que viera que tenía posibilidades de convertirse en un músico de alto nivel», explica Rodríguez en entrevista con EFE sobre esa serie producida por Netflix y creada por Shea Serrano y Max Searle.
El director de filmes como «Vampires vs. the Bronx» o programas como «Saturday Night Live» estaba familiarizado con el reguetón como público, pero poco o nada sabía del funcionamiento de la industria.
Para entenderla a fondo, estuvo rodeado de astros del género como Daddy Yankee, quien es uno de los productores ejecutivos de la serie, así como Tainy, Lex Borrero e Iván Rodríguez, productores musicales ejecutivos de la misma.
«Era una oportunidad para mí de aprender y fue muy importante que Daddy Yankee diera su opinión y se involucrara en los guiones. Estuvo increíble tener sus consejos», relata el director, quien confiesa que ha sido fan del intérprete de «Gasolina» durante toda su vida.
La cara cómica del reguetón
En la historia, Santi se ve amenazado por la estrella emergente Javier Luna, que es interpretado por el puertorriqueño Jhay Cortez, autor de éxitos como «Dákiti», junto a Bad Bunny, o «No me conoce».
La serie navega entre el absurdo y la realidad poniendo a sus ingenuos protagonistas en escenarios casi inverosímiles, con las que el director pretende entretener a la audiencia.
Además, exponentes del género como Jowell o Brray tendrán apariciones llenas de humor con las que Rodríguez buscaba mostrar una cara más relajada y menos vista del reguetón.
«Los reguetoneros querían ser chistosos y en general solo los conocemos en los vídeos musicales, siendo ‘cool’ en las revistas, pero nunca tenemos la oportunidad de verlos siendo chistosos y creo que a ellos eso les encantó», comenta.
Un ejemplo de ello considera que es la presentación que Brray hace de sí mismo en el primer capítulo en su primer encuentro con Santi: «Papi, solo llámame Bambi, Bambini, Bamburrio, Bamvicio, el alma de la fiesta o Bryan, hermano», dice el intérprete de «Corazón roto».
«Todo eso vino de él, él lo propuso y empezó como un chiste y al final se quedó», relata el director, quien asegura que ya sea actuando o apareciendo como ellos mismos, todos los cantantes volcaron parte de su personalidad.
El éxito latino
Pero más allá de la música, Rodríguez quería involucrarse en el proyecto con el afán de volver trabajar en una producción que reflejara la identidad de los latinos que viven en Estados Unidos, un tema recurrente en su obra.
Con «Neon» buscaba poder captar la «diáspora caribeña» que da vida a Miami.
«Quería que el público, por ejemplo mis amigos, pudieran decir ‘Así es que hablamos’, y que vieran a los personajes como a sus propios amigos pero en la pantalla», relata.
También celebra que los músicos latinoamericanos estén en la cima en la actualidad y considera que aún falta trabajo y espacios para replicar el éxito musical latino en la industria audiovisual.
«Nos falta para llegarle al reguetón, pero creo que estas son buenas oportunidades para mostrar que tenemos mucho talento además de la música», comenta.
El proyecto se ve acompañado de una lista musical disponible en plataformas digitales y cuenta con temas originales producidos por Tainy, Lex Borrero e Iván Rodríguez.