Daniel Gómez (ALN).- Salvo sorpresa, Mauricio Macri pasará a la historia como el primer presidente de Argentina no peronista en agotar un mandato. ¿Significa esto el fin del peronismo? Al contrario. Este movimiento está más vivo que nunca, y la prueba es que Macri tuvo que recurrir a Miguel Ángel Pichetto, el líder parlamentario de los peronistas, para remontar en las encuestas. Antes Cristina Fernández de Kirchner hizo algo parecido.
El tablero político en Argentina anda revuelto. La elección de Miguel Ángel Pichetto por parte del mandatario, Mauricio Macri, como su candidato a vicepresidente en las elecciones generales del próximo octubre fue un movimiento inesperado. “Toda una sorpresa”, coinciden en declaraciones al diario ALnavío el argentino Mario Weitz, consultor del Banco Mundial y profesor de la escuela de negocios ESIC; y Anna Ayuso, investigadora senior para América Latina del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona.
Pichetto es el jefe del bloque peronista no kirchnerista del Senado. “Un político hábil, intelectual y con muchos contactos elegido por Macri, más que para ganar las elecciones, para garantizar la gobernabilidad de un futuro mandato”, dice Weitz.
Pese al apunte, el analista considera poco probable que Macri venza en octubre. “La gente vota con el bolsillo. Y los salarios se han derrumbado y el país está endeudado”. Por eso las encuestas dan favorito a Alberto Fernández, el candidato apoyado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Ahora la percepción es que ganan ellos, pero habrá que esperar un poquito”.
Habrá que esperar porque este movimiento tiene otro objetivo. “Macri, como ya hizo Cristina, con la incorporación de Pichetto también busca atraer el centro político, sumar votos, diversificar un electorado muy concentrado en las ciudades y, de paso, limitar la oportunidad de que emerja una tercera vía”.
Tal cual está el tablero, la contienda parece un duelo entre dos. Un Macri contra Kirchner. Y es que, aunque esta vaya como vicepresidenta de Alberto Fernández, ella se ha erigido como la líder de la fórmula. La prueba es que, por primera en la historia de Argentina, el número dos de una lista electoral presenta al número uno y aspirante a presidente.
El peronismo y el poder
No obstante, y pese a la posible polarización que marcará las elecciones de octubre, ya se avista un ganador: el peronismo. Alberto Fernández también forma parte de este camaleónico movimiento, el cual reúne sensibilidades de izquierda, derecha y centro.
Cuando Macri finalice el mandato hará historia como el primer presidente no peronista en agotar su período. Dejará de ser así a partir de octubre. Gane quien gane, el peronismo llegará al gobierno, llegará al poder.
Macri está a poco de lograr un triunfo histórico del que nadie habla
“Al final el peronismo siempre ha estado allí. Es verdad que se ha dividido, pero en el Parlamento siguen representando la mayoría en escaños. Ahora el peronismo volverá al poder y al gobierno tanto si gana uno como si gana otro”, apunta Ayuso.
“El peronismo es un movimiento muy amplio e influyente. Siempre llegan al gobierno haciendo movimientos extraños, sorprendentes”, agrega Waitz.
Faltan cuatro meses para las elecciones. Los analistas coinciden en que todavía es pronto para dar pronósticos. “Faltan por posicionarse muchos líderes regionales”, recuerda Ayuso. No obstante, todo apunta a que la fórmula Fernández-Kirchner resultará ganadora.
Macri no pudo con la economía y eso le está pasando factura. Pierde popularidad y aún no se sabe si la elección de Pichetto supondrá un golpe de efecto -a su favor- en el electorado.
El caso es que gane quien gane, y en ello también coinciden los analistas, el futuro gobierno necesitará consensos. Argentina está en crisis y tiene una deuda con el Fondo Monetario Internacional que supera los 50.000 millones de dólares. ¿Qué ocurrirá? Sin duda el peronismo será decisivo en ese horizonte.