(EFE).- España ha triplicado en un decenio el número de niños cuyos padres no están casados, un tipo de familia que ya casi iguala al formado por progenitores que han legalizado su unión y, sin embargo, sus hijos no tienen los mismos derechos.
Son algunas de las observaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la situación de la protección familiar en España, marcada por la elevada pobreza infantil, del 19,3 % (en la OCDE es el 12,9) y el bajo nivel del gasto social en familia e infancia, del 1,3 del PIB (2,3 % en la Unión Europea, UE).
Entre sus propuestas, permisos parentales retribuidos para que los progenitores no tengan que volver tan rápido al trabajo después del nacimiento, una prestación universal por hijo y garantizar una protección mínima en todo el territorio español.
La evaluación y las recomendaciones están incluidas en un Libro Blanco, al que ha tenido acceso Efe, que va a servir de base para la ley de diversidad familiar que prepara el Ministerio de Derechos Sociales para reconocer jurídicamente los distintos modelos de familia.
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, anunció este jueves que el Gobierno incluirá en el proyecto de ley de familias un permiso retribuido de 7 días al año para atender a un familiar o conviviente.
Familias más pequeñas
En las últimas décadas, las familias españolas se han vuelto más pequeñas y menos «tradicionales» en su composición, señala la OCDE.
En la segunda mitad del siglo XX, España contaba con una de las tasas de fertilidad más altas de Europa, pero ahora tiene la más baja de la región, con 1,3 en 2018, en comparación con el promedio de la UE de 1,5.
La legalización del divorcio (1981) y la realidad social de la convivencia no matrimonial han conformado una composición familiar más diversa, en la que han bajado los nacimientos de hijos de padres casados y han aumentado los menores de edad que viven en familias monoparentales o reconstituidas, como muestra el análisis de la OCDE.
Por ejemplo, el 47 % de los niños de España tienen padres que no están casados, el triple que hace 10 años, cuando eran el 18 %.
Cambios que no se reflejan en las leyes
Sin embargo, esos cambios en los modelos familiares no se han reflejado en la evolución de las leyes en España, advierte la OCDE.
Los derechos y la protección económica de esos niños difieren de aquellos cuyos padres están casados, alerta esta organización gubernamental internacional.
Por ello plantea aprobar medidas dirigidas a estos nuevos tipos de familias, como la protección de estos hogares en caso de fallecimiento de los progenitores no casados.
Según la OCDE, el derecho de familia ha evolucionado de manera considerable, pero no así la política familiar, es decir, la combinación de prestaciones, servicios, exenciones fiscales y permisos que ayudan a los miembros de las familias a criar y cuidar a los menores y otras personas dependientes.