Redacción (ALN).- El deshielo con Cuba impulsado por Barack Obama, al congelador. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, da marcha atrás a la política de acercamiento y enfriará de nuevo relaciones.
La línea más dura de la Casa Blanca triunfa. El presidente Donald Trump estuvo a favor del deshielo cubano cuando comenzó la campaña electoral. Pero necesitaba asegurar el voto republicano. Por ello giró hacia un discurso anticastrista que este jueves materializó. Un portavoz del gobierno anunció en rueda de prensa que se limitarán los vuelos a La Habana y se bloquearán las actividades comerciales que beneficien al Ejército de Cuba. “Habrá cotas, de forma que si hay liberación de presos o elecciones, avanzaremos”, matizó en declaraciones recogidas por El País. De esta manera, el acercamiento impulsado en diciembre de 2014 por el anterior mandatario, Barack Obama, sufre un frenazo. También las previsiones de los grupos hoteleros asentados en la isla, como la estadounidense Marriot y las cadenas españolas Barceló, Iberostar y Meliá.