Redacción (ALN).- El Gobierno cubano quiere cambiar la matriz energética y reducir la dependencia del petróleo subsidiado de Venezuela. Para ello, el primer paso es poner en funcionamiento este año el complejo eólico de Las Tunas, que se construye con tecnología china. Para 2030, La Habana espera que el 24% de la energía del país provenga de fuentes renovables.
Cuba quiere poner en funcionamiento a finales de este año su primer gran complejo eólico, que se construye con tecnología china en el norte de la provincia oriental de Las Tunas con el objetivo de aportar 101 MegaWatt (MW) al sistema energético nacional, informaron medios estatales citados por la agencia EFE.
Cuba tiene en el abastecimiento de combustible uno de sus principales retos y busca reducir su dependencia energética del crudo subsidiado de Venezuela, un suministro que en los últimos dos años se ha debilitado considerablemente por la crisis económica en el país gobernado por Nicolás Maduro y la caída de los precios del petróleo.
Se estima que en estos momentos La Habana recibe 55.000 barriles diarios de Venezuela frente a los más de 100.000 que llegó a recibir en los mejores momentos del acuerdo de cooperación firmado por los dos países en 2003 (Leer más: Cuba no le perdona deudas a Venezuela).
Cuba recibe 55.000 barriles diarios de Venezuela frente a los más de 100.000 que llegó a recibir en los mejores momentos
Las instalaciones, según el diario Granma, se ubicarán en el municipio tunero de Jesús Menéndez y constarán de dos parques que serán “los mayores de Cuba, pues los que existen hasta este momento son básicamente experimentales”, explicó la ingeniera Adela Álvarez, responsable de la Dirección Integrada de Proyectos Eólica.
El Gobierno cubano quiere cambiar su matriz energética de forma que para el año 2030 el 24% de la energía de la isla (alrededor de 2.300 megavatios) provenga de fuentes renovables, fundamentalmente de centrales bioeléctricas y parques solares.
El primero de los parques, llamado La Herradura-1, contará con 34 aerogeneradores Goldwing de 1,5 MW cada uno y cinco circuitos, mientras La Herradura-2 dispondrá de 20 aerogeneradores Dong Fang de 2,5 MW y cinco circuitos.
“Aspiramos a tener para diciembre al menos un circuito en funcionamiento”, señaló Álvarez. En la actualidad se trabaja en las obras del centro de apoyo logístico, la villa de los trabajadores y los viales de acceso al complejo y también se realizaron estudios para determinar la mejor ubicación para los aerogeneradores.
El especialista principal del grupo técnico del proyecto, Miguel Casí, estimó por su parte que el primer parque permitirá un ahorro anual de más de 39.700 toneladas de combustible, mientras que el segundo posibilitará ahorrar otras 39.000 toneladas.
Entre los proyectos para el cambio de matriz figuran también la instalación de calentadores solares, la puesta en marcha de módulos solares fotovoltaicos, la sustitución de millones de bombillas tradicionales por luces LED, la venta de cocinas de inducción y el bombeo de agua con energía solar en la agricultura.
En este momento, según datos oficiales difundidos en diciembre de 2017, las renovables aportan 87,5 megavatios al sistema eléctrico nacional, aunque para este año se espera alcanzar los 283. El objetivo para el 2030 es que las energías renovables sumen al sistema 2.334 megavatios, de los que 872 procederán de 25 centrales bioeléctricas; 700, de energía solar fotovoltaica; 656, de 14 parques eólicos y los restantes 106 de pequeñas centrales hidroeléctricas (74) y plantas de biogás industrial (531).