Redacción (ALN).- El dolor cervical, o cervicalgia, es una molestia que se manifiesta en alguna o varias estructuras que componen el cuello y viene producido por alguna anomalía en las partes blandas, músculos, ligamentos, discos y nervios, así como en las vértebras y sus articulaciones.
Cuando ese dolor compromete los nervios, el paciente puede sentir entumecimiento, hormigueo y hasta debilidad en el brazo, la mano o en otra parte.
Causas del dolor cervical
Las causas de esta patología son varias, pero las más comunes son:
Estrés: largos periodos de estrés, a nivel laboral o personal, pueden derivar en fuertes tensiones musculares en la zona cervical.
Tensiones musculares: mantener posturas incorrectas durante largo tiempo, por ejemplo con el ordenador o conducir durante largas horas, puede provocar tensión en la zona, que derive en lesiones.
Hernia discal: con la edad, los discos de la columna vertebral sufren un proceso degenerativo y pierden capacidad de amortiguación. Además, los ligamentos que se encuentran alrededor de los discos pueden volverse frágiles y rasgarse con mayor facilidad. Es por eso que cuando se produce una hernia de disco, los nervios espinales o la médula espinal pueden verse afectados por la compresión que sufren por el desplazamiento del disco.
Para prevenir y aliviar el dolor cervical, se recomienda realizar ejercicios que, por un lado, fortalezcan los músculos que rodean las vértebras de la zona cervical y, por otro lado, ejercicios de estiramiento que devuelvan la flexibilidad a los músculos y los liberen de tensiones.
Ejercicios cervicales para aliviar el dolor
Para mejorar y aliviar el dolor de cervical, te mostramos algunos ejercicios de flexibilidad que podrás realizar:
Rotación de cuello: rota el cuello 90° hasta que la barbilla toque uno de los hombros. Descansa unos segundos y rota el cuello hacia el lado contrario. Es importante que realices este ejercicio de forma lenta y pausada, controlando el movimiento en todo momento.
Rotación de hombros: con la espalda recta, rota los hombros en un movimiento circular, primero hacia delante unos segundos y luego hacia atrás. Es un ejercicio similar a las brazadas en natación.
Inclinación lateral de cuello: inclina todo el cuello hacia un lado, intentando que la oreja toque el hombro. No fuerces el estiramiento: detén el movimiento cuando notes que el músculo se estira sin llegar a notar dolor. Tras una pausa, haz el mismo movimiento en sentido contrario.
Flexión anterior de cuello: primero, lleva la barbilla al pecho. Igual que en el ejercicio anterior, detén el movimiento cuando notes que el músculo se estira a su capacidad máxima sin notar dolor. Tras unos segundos, realiza el movimiento en dirección contraria, con los ojos mirando hacia el techo.
Con información de Wundertraining.com