Daniel Gómez (ALN).- “¿Quién controla Netflix? El fondo Blackrock, que posee petroleras como Chevron y Shell. ¿Y quién está detrás de privatizar Petrobras?”, respondió a ALnavío la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff dejando un silencio delator. Rousseff se encontraba de visita en Madrid en abril de 2018.
La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff no quiere que usted vea la última producción de Netflix O Mecanismo (Túnel de corrupción en España). Y no porque la retraten como corrupta. No quiere que la vea porque la serie sería un intento del fondo estadounidense Blackrock de comprar Petrobras. Así lo sugirió este martes ante una pregunta del diario ALnavío.
“¿Quién controla Netflix? El fondo Blackrock, que posee firmas como Chevron y Shell. ¿Y quién está detrás de privatizar Petrobras?”, planteó para después quedarse en silencio mientras sonreía. Luego agregó: “Yo sólo les digo una cosa. Si está el Partido de los Trabajadores en el poder, no se va a privatizar Petrobras”, dijo Rousseff en un acto celebrado en abril en la Casa de América en Madrid.
Según el portal de finanzas de Yahoo, Blackrock posee 25 millones de acciones de Netflix, que equivalen a 5,92% de la compañía.
La expresidenta de Brasil afirma que la serie O mecanismo “cuenta una historia distorsionada”. Lo argumenta con dos datos. El primero tiene que ver con unas palabras del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva que nunca dijo. Y el segundo aborda un escándalo que, según la serie, ocurrió en 2003, con el Partido de los Trabajadores en el gobierno y que no fue así porque dicho caso ocurrió en los años 90.
“Si está el Partido de los Trabajadores en el poder, no se va a privatizar Petrobras”
“No hay compatibilidad de fechas y hechos. Que hagan ficción, pues no tengo nada en contra de eso. Pero decir que está basada en hechos reales es un escándalo. No hacen un uso libre de la realidad, sino un uso corrosivo”, sostuvo Rousseff.
La expresidenta también reconoce que la serie le hizo caer en cuenta de un error. Cuando la destituyeron en 2016 la prensa le pregunto si creía que existía algún interés externo en su destitución. Entonces lo negó. Ahora su respuesta es diferente.
“La élite golpista brasileña es lo suficientemente inteligente para hacer lo que hizo. Es verdad. Pero hoy en día creemos que hay algunas redes internacionales que operaron para ello”, matizó ante la pregunta de este diario.
En cuanto a la corrupción que existe en Brasil, “la realidad” en la que se basa la serie -según palabras de su creador, el brasileño Jose Padilha– Rousseff reconoció este problema. “Lo admito”, apuntó.
“Hay dos partes, el corrupto y el corruptor. No hay corrupción sin dinero ni redes internacionales, que son las que ponen el dinero. No me vengan a decir que la crisis de 2008 no fue un proceso de corrupción”, sentenció.