Daniel Gómez (ALN).- El gobierno de Alberto Fernández retira a Argentina del Grupo de Lima. Se marcha porque las acciones de esta coalición “en el plano internacional no han conducido a nada”, y porque no comulga con los planes de la oposición que lidera Juan Guaidó, representado como presidente interino de Venezuela en este grupo. Ahora quiere diálogo.
Cuando Alberto Fernández llegó al gobierno en diciembre de 2019 tomó una decisión que sorprendió a todos: mantener a Argentina en el Grupo de Lima, la coalición de países americanos que busca una solución a la crisis de Venezuela y que es abiertamente contraria al gobierno de Nicolás Maduro.
La acción sorprendió porque muchos dieron por hecho que Fernández sería un aliado de Caracas por el hecho de ser peronista.
Pero no fue así.
“Nosotros no estamos contentos, de ninguna manera, con la situación de Venezuela y con el gobierno de Maduro, pero tampoco con la actitud que tiene la oposición en muchos casos”, dijo ese diciembre el canciller argentino, Felipe Solá.
Entonces el ministro explicó que el objetivo de Argentina en el Grupo de Lima era generar un cambio diplomático hacia Venezuela. Que los países americanos abandonen la línea dura para conseguir una solución negociada.
“Si seguimos usando los mismos métodos, lo que va a hacer es encerrarse más el gobierno de Maduro, que está además preparado y dispuesto a una contienda si lo invaden. Y hablar de esas cosas es absurdo, hablar de violencia”, apuntó Solá.
Año y medio después se puede decir que el gobierno de Alberto Fernández fracasó. Por eso ahora abandonan el Grupo de Lima, dejando de paso algunas críticas.
“Las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada”, dijo la Cancillería de Argentina este lunes.
“La participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro gobierno no ha podido ni puede acompañar”, agregó en clara crítica al grupo que lidera Juan Guaidó, representante de Venezuela en esta coalición como presidente encargado.
Argentina quiere un diálogo en Venezuela
En el comunicado el gobierno de Fernández reitera que “la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional”.
Para que la negociación se produzca, Buenos Aires manda un mensaje claro al poder en Caracas.
“No pueden las autoridades venezolanas desconocer que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad. Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no pueden apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones”, dijo Fernández en una línea que concuerda bastante con los sectores cívicos en Venezuela, los cuales piden un diálogo despolitizado para resolver la crisis.