Daniel Gómez (ALN).- El opositor venezolano Leopoldo López, exiliado en España, pasó de pedir el fin de la usurpación de Nicolás Maduro a defender la negociación directa con el mandatario y su gobierno. López está detrás de esa propuesta y la prueba es que en su reciente gira europea pidió apoyo a Portugal, Italia, el Vaticano y Holanda para apoyar el diálogo. Maduro también ha abierto la puerta a la mediación de la comunidad internacional.
Fin de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. ¿Se acuerdan?
Este fue el mantra que se impuso en la oposición en Venezuela liderada por Juan Guaidó y Leopoldo López entre enero de 2019 y mayo de 2021, aunque ya desde finales de 2020 esta consigna se había desinflado.
El caso es que ahora este sector de la oposición cambia de estrategia.
Este martes, Guaidó presentó una propuesta de diálogo entre la oposición, toda la oposición, y la administración de Nicolás Maduro, incluido el mandatario. En estas conversaciones el objetivo no es que caiga el gobierno, sino que se resuelva la crisis de Venezuela y se logre un cronograma electoral con comicios generales.
Como ocurrió con el mantra del fin de la usurpación, Leopoldo López asoma como ideólogo de la estrategia. La nueva hoja de ruta lleva su sello: los tres pasos.
“Guaidó quiere un acuerdo político integral que tenga tres puntos fundamentales”, dijo López en entrevista con la agencia The Associated Press (AP).
Primero. “Un acuerdo para atender la crisis humanitaria y en particular el problema de acceso a las vacunas”.
Segundo. “Un cronograma electoral para poder tener elecciones parlamentarias y presidenciales que cuente con la observación internacional y particularmente de la Unión Europea”.
Tercero. “Un cronograma para el cumplimiento de esos dos puntos”.
Leopoldo López, asentado en Madrid, también ejerció de enviado de Juan Guaidó en Europa para recabar apoyo a lo que ellos definen como un Acuerdo de Salvación Nacional.
López le dijo a AP que visitó Portugal, Italia, el Vaticano y Holanda en busca de respaldo a la nueva propuesta. Y que otros enviados de Guaidó estaban haciendo lo mismo en Latinoamérica y Estados Unidos.
Este miércoles, dos diplomáticos del gobierno de Joe Biden transmitieron el apoyo de Washington a la propuesta de Guaidó.
El acuerdo, agregó López, estará “muy centrado en abordar la crisis humanitaria inmediata”. Y piensa que esta vez tendrá más probabilidades de éxito porque las negociaciones previas, como las conversaciones auspiciadas por Noruega en 2019, o los diálogos de 2018 en República Dominicana, fracasaron porque había demasiados puntos sobre la mesa.
El cambio de López hacia Maduro
Lo llamativo ha sido el cambio de parecer de Leopoldo López con respecto a Maduro.
En octubre de 2020 el opositor dio en Madrid su primera rueda de prensa en libertad luego de fugarse de Venezuela, donde estaba acusado de terrorista por las autoridades de Maduro.
En aquella comparecencia, no mencionó ni una sola vez el fin de la usurpación, pero insistió en que el país no tendría ningún futuro con Maduro en el poder. De hecho, hizo un llamado para que su entorno renunciara al mandatario.
“Digo el dictador y no todo su entorno. Quiero hacer énfasis y separar a Nicolás Maduro y al resto de la realidad que lo rodea. Hay gente que dice que hay que salir de absolutamente todas las personas que han tenido que ver con la dictadura. Aquí hay que salir del dictador, y para eso necesitamos toda la presión interna e internacional”.
Eso dijo López, quien en aquella ocasión también planteó una ruta de tres pasos:
“Primero, impulsar una elección presidencial libre, justa y verificable (…) Segundo, hacer lo que corresponda para que los responsables por las violaciones de derechos humanos puedan ser sometidos a la justicia internacional (…) Tercero, buscar todos los mecanismos para aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo”.
Nada de eso se ha materializado. El entorno de Maduro le ha sido fiel. Y mientras la oposición de López y Guaidó planteaba escenarios difíciles de cumplir, la sociedad civil y otros bloques opositores en Venezuela optaron por una vía menos atractiva y más lenta, pero más realista: la de negociar con el gobierno y apostar por la reinstitucionalización del país.
La primera gran victoria de este último grupo opositor fue la designación de un Consejo Nacional Electoral (CNE) para las elecciones de gobernadores y alcaldes previstas para finales de 2021 en el que dos de los cinco rectores principales son opositores.
Un CNE que, no obstante, ha sido desacreditado por Guaidó y su grupo.
De hecho, casi como una respuesta al nuevo CNE, surge esta propuesta de negociación con Maduro. Este último, como si quisiera irritarlos, dice que Guaidó se abre al diálogo porque se está quedando solo. Aislado. Y en paralelo, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela le pide a España la extradición de Leopoldo López.
Maduro acepta la negociación
Maduro mete el dedo en la llaga, pero se abre a negociar. E incluso pide la ayuda de la comunidad internacional.
“Si quieren diálogo aquí estamos listos para el diálogo, del tema que quieran, cuando quieran y como quieran”, dijo el martes.
“Ahora Guaidó se quiere sentar conmigo. ¿Qué les parece? Estoy de acuerdo, con la ayuda de la Unión Europea, del gobierno de Noruega, del Grupo de Contacto, cuando quieran, donde quieran y como quieran, listo para reunirme con toda la oposición para ver qué se saca de ahí, si se saca algo bueno y ellos abandonan el camino de la guerra, de la invasión, de los atentados, del golpe de Estado, y vienen al camino electoral”, declaró este miércoles Maduro.
Y es que el mandatario, aunque desacredite a Guaidó, le diga que su presidencia interina “se acabó”, que es “un piazo de líder opositor”, necesita un acuerdo con el sector que representa. Guaidó y López son el interlocutor principal de Venezuela con el gobierno de Joe Biden. Ese al que Maduro le pide el fin de las sanciones.