Juan Carlos Zapata (ALN).- Ya lo dice la prensa de Curazao. El Banco del Orinoco no está pagando los sueldos de los empleados. En Caracas se organizan los clientes del grupo financiero de Víctor Vargas. En República Dominicana sigue el proceso de revisión a Bancamérica. En Panamá, la intervención de Allbank espera por resultados.
Un experto que es banquero apuesta porque el grupo de Víctor Vargas no caerá. No al menos el Banco Occidental de Venezuela, BOD. Este banquero es experto en crisis. El mismo fue protagonista de la hecatombe que entre 1994 y 1995 derrumbó el 50% del sistema financiero venezolano, uno de los factores en allanar el ascenso al poder de Hugo Chávez en 1998. En los tiempos de Chávez, Vargas consolidó posiciones, ascendiendo a los primeros lugares del ranking bancario.
Este banquero experto opina que el régimen de Nicolás Maduro no pretende que Vargas caiga. De haberlo querido, ya Vargas fuera historia. Los derrumbes bancarios son, por lo general, operaciones políticas; no necesariamente las condiciones objetivas -los indicadores de solvencia y liquidez- son determinantes. Aunque existan las condiciones objetivas.
Vargas, cercano a factores del poder chavista, cuando Chávez y con Maduro, está advertido. Se recordará que la Superintendencia de Bancos de Venezuela, Sudeban, decidió la intervención del BOD, medida que revirtió en 24 horas. Vargas se colocó en posición de víctima. Ese fue el mensaje que ofreció. Que la medida de la Sudeban no se justificaba. Este banquero experto dice que el cuartel general de Vargas es Venezuela, es el BOD, y el poder madurista “no quiere agredirlo”.
En la crisis de 1994-1995 hubo venganza política contra el sector vinculado a Carlos Andrés Pérez, ya caído en desgracia.
En la llamada minicrisis de 2009, hubo operación política. La de Chávez contra la boliburguesía que estaba emergiendo.
La operación contra el Banco Federal de Nelson Mezerhane fue una decisión política de Chávez.
Vargas, cercano a factores del poder chavista, cuando Chávez y con Maduro, está advertido. Se recordará que la Superintendencia de Bancos de Venezuela, Sudeban, decidió la intervención del BOD, medida que revirtió en 24 horas. Vargas se colocó en posición de víctima. Ese fue el mensaje que ofreció. Que la medida de la Sudeban no se justificaba. Este banquero experto dice que el cuartel general de Vargas es Venezuela, es el BOD, y el poder madurista “no quiere agredirlo”.
Eso no significa que terminaron los problemas para Vargas. Como se sabe, todo comenzó en Curazao con el Banco del Orinoco, que decidió la intervención. Esta medida contagió a Panamá, cuya autoridad bancaria se pronunció haciendo lo propio con Allbank. Luego, Antigua tomó medidas de precaución para evitar el impacto en BOIBank. Curazao ya le dijo no a las pretensiones de Vargas de ser él mismo el liquidador del Orinoco. En Curazao el caso ya cogió prensa. Los titulares reflejan la situación de los empleados que llevan un mes sin cobrar sueldos y salarios. Curazao estaba obligado a tomar medidas. Es una jurisdicción donde el sistema bancario tiene peso e importa. Y era conocido que el Orinoco no gozaba de buena salud. Los clientes no podían retirar los depósitos. La autoridad le dio largas al asunto. Hasta que intervino. El banquero experto opina que la reacción de Vargas no fue la mejor. Agredió al gobierno y el Banco Central de Curazao. Criticó las limitaciones para hacer banca en Curazao. Descalificó la jurisdicción. Se colocó otra vez en posición de víctima. Quemaba las naves con Curazao a pesar de lo “comprensiva” que fue por años la autoridad respecto a su caso.
En República Dominicana, Vargas parece estar manejando la situación con mayor tacto, luego de varios desaciertos que condujeron a la renuncia del director externo de Bancamérica, Marcos Juan Troncoso Mejía. Dominicana no es lo mismo que Curazao. En Dominicana los hilos del poder son más flexibles. De todas maneras, Bancamérica es una entidad de muy poco peso. Pero está el antecedente del escándalo y caída de Banco Peravia en la que un grupo de venezolanos vinculado también al chavismo hizo fiesta tóxica. En Dominicana el reclamo es para que Vargas desmonte de Bancamérica un depósito de 25 millones de dólares de BOIBank de Antigua. Al cierre de 2018, el patrimonio total de Bancamérica alcanzaba apenas a 107 millones de dólares. Dice un analista: “En otras palabras, casi un cuarto del patrimonio de Bancamérica está comprometido con ese depósito en el BOIBank de Antigua. Hay que hacer notar que los auditores de ese banco, miembros de la firma Deloitte que también audita al resto del grupo, no hacen mención alguna de ese depósito ni en las operaciones significativas ni en aquellas con partes vinculadas”.
Otro banquero señala que en República Dominicana puede estar el nudo. Lo sabe Vargas que viajó con premura a Santo Dmingo. Falta por saber lo que le exige también de urgencia el regulador. Qué debe resolver con urgencia, más allá de los 25 millones de dólares. Vargas conoce ese terreno. Tiene amigos en ese país. “Allí puede resolver las cosas“, dice.
Víctor Vargas, el banquero del chavismo, viaja de urgencia a República Dominicana
El analista apunta que en Dominicana “se repite así el patrón de lo observado en Panamá, Curazao y Venezuela: las significativas posiciones cruzadas de cada uno de los componentes del grupo BOD. Esto parece corroborar la sospecha de que en el fondo, el capital genuino del grupo es sustancialmente menor a la suma de sus partes. Incluso, si ese patrimonio consolidado que a la postre termina en los libros de BOIBank en Antigua, es posible que no exista. Cabe recordar que el BOD depende en gran medida de bonos de la República de Venezuela y de Petróleos de Venezuela, PDVSA, registrados en su balance al costo de adquisición y que están en custodia en el BOIBank de Antigua. Ahora bien, dado que los emisores no han estado pagando ni los intereses ni el capital de esos bonos, su valor es incierto y, en todo caso, no el costo de adquisición. ¿Qué otros activos tiene el banco de Antigua para respaldar las obligaciones que tiene directa e indirectamente con las demás instituciones del grupo? No se sabe pues no publica balances”.
Vargas admitió en rueda de prensa que el volumen de compromisos con los clientes en el Banco del Orinoco de Curazao alcanza más o menos 800 millones de dólares. El banquero experto señala que esa cifra no hay que manejarla aún. Que la madeja no ha sido descifrada. Que falta mucho para llegar a ese punto. “No se va a conocer la esencia en el corto plazo”. Pero hay que tomar en cuenta, y en ello coincide con el analista, que las cifras son inciertas. “Hay mucho humo dando vueltas, y las mismas vueltas alrededor de todas las instituciones involucradas”. Se dependía de los bonos de la deuda. Y no contaba -o no tomó las precauciones- del colapso de los bonos. En banca, los bonos se reflejan de dos maneras. Como inversiones permanentes e inversiones transitorias. Las transitorias están sometidas a las reglas del mercado. Las permanentes se venden en un momento dado y se registran al valor nominal. Según los especialistas, el andamiaje de Vargas estaba sustentado sobre las inversiones permanentes. Y nunca esos bonos fueron ajustados a pesar del default. Sólo cuando se llegue a ese punto es que se va a saber la proporción del problema.
Víctor Vargas: el banquero que cruzó la línea roja de operador político del chavismo
Vargas tiene el reto, en todo caso, de dar una pelea global para impedir que lo descalifiquen. De caer, sería el escándalo de mayor alcance internacional para un banquero venezolano.