Alonso Moleiro (ALN).- Luego de un cómodo periodo de predominio electoral, la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner se mueve fuerte en las redes sociales para presentar resistencia en el terreno de la oposición. Acosada por una solicitud de prisión, utiliza las protestas ocurridas en Buenos Aires para atacar al gobierno de Mauricio Macri e intenta apoyarse en aliados internacionales y en cierto arraigo popular, todavía existente, para dar señales de vida.
“Militante peronista. Senadora nacional. Presidenta, mandato cumplido”. Así se presenta en su cuenta de Twitter Cristina Fernández de Kirchner, viuda de Néstor Kirchner, la inefable y controvertida expresidenta de argentina. Alguna vez concentró un poder y un predominio político comparable al de los mejores años de poderío del chavismo en Venezuela, o los del propio Juan Domingo Perón en su país.
Hoy está en la oposición, certificando en carne propia las vueltas que da la vida, acosada por una orden de prisión preventiva, y enfrentada a una mayoría que, al haber votado por Mauricio Macri, encarna una nueva voluntad en Argentina. Varios de sus compañeros de causa y exmiembros de gabinete enfrentan en este momento citas con la justicia por casos de corrupción. Las tensiones de su nueva condición política se sienten nítidamente en su cuenta de Twitter, cuya foto central está adornada con una multitud fervorosa que la recibe en un estadio abarrotado.
Una parte de sus comentarios más acalorados ha estado destinada a comentar los disturbios suscitados en Buenos Aires
Antes, Cristina Fernández de Kirchner presidía cadenas de radio y televisión; promovía procesos en contra de medios; concentraba importantes cuotas de poder en el mundo judicial y -junto a Lula da Silva, Hugo Chávez y Evo Morales– formaba parte de una especie de central latinoamericana de gobiernos de izquierda, internacional de las solidaridades automáticas y los lugares comunes convertidos en consignas. Ahora, documenta la embestida que se registra en contra suya y de su gente y le pone todo el color posible a las nuevas circunstancias. Cristina habla de la legalidad, el Estado de derecho y la condición republicana.
Por estos días, hay dos temas que ocupan su tiempo en las redes sociales: el proceso iniciado en su contra con cargos de “Traición a la Patria”, por presunto encubrimiento en el caso del atentado terrorista perpetrado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Buenos Aires en 1994, en el cual murieron 85 personas; y la polémica reforma de jubilaciones, un debate particularmente encrespado en la Argentina de hoy, adelantada por el presidente Mauricio Macri, que ha generado desórdenes callejeros y protestas por parte de sus copartidarios y de ella misma.
Para defenderse, Cristina se apoya en la interpretación que sobre su juicio hace José Miguel Vivanco, de la ONG Humans Right Watch, que lo ha calificado sin ambages como “descabellado”.
«El juez proporcionó escasas pruebas que respalden el señalamiento de que el acuerdo podría haber provocado el levantamiento de las alertas rojas de Interpol. Algunas inferencias del auto de procesamiento son tan débiles que resultan ridículas». https://t.co/5gbOvpIwID
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 20 de diciembre de 2017
«Dada la ausencia de motivos suficientes e individualizados para encarcelar a los imputados mientras se lleva adelante el proceso, la justicia debería revertir de inmediato esta decisión». @JMVivancoHRW https://t.co/5gbOvpIwID
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 20 de diciembre de 2017
Además, dice que «los argumentos expuestos en el procesamiento no justifican la prisión preventiva de los imputados». @hrw_espanol https://t.co/5gbOvpIwID
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 20 de diciembre de 2017
Poco antes, apenas un día, el sujeto de sus argumentos en las redes era el debate parlamentario sobre la reforma de jubilaciones. En este episodio, Cristina ha evidenciado que aún tiene gasolina en las calles, y que sus posturas conservan vigencia popular.
«¿Todo lo tienen que pagar los jubilados? ¿No se les ocurrió ninguna otra cosa? Le sacan 100 mil millones de pesos a los jubilados de un bolsillo y le ponen en el otro 4 mil millones. Es una engaña pichanga». https://t.co/oOK87vaEmf
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 19 de diciembre de 2017
«Las 3 cosas que les pidió el Fondo están en este proyecto:
1. modificar el índice de movilidad jubilatoria.
2. modificar la forma de cálculo del haber inicial de las jubilaciones.
3. aumentar la edad jubilatoria».https://t.co/oOK87vaEmf— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 19 de diciembre de 2017
Si el Congreso tiene que sesionar de esta manera, vallado y militarizado, es porque lo que se está debatiendo adentro va en contra de los intereses de las mayorías. #ConLosJubiladosNO
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 14 de diciembre de 2017
Una parte de sus comentarios más acalorados ha estado destinada a comentar los disturbios suscitados en Buenos Aires a propósito de este debate, que ha puesto de relieve, otra vez, la polarización política que también está vigente en Argentina
Impidieron que la sociedad se exprese en libertad y reprimieron, en un hecho del que yo no tengo memoria, a diputadxs nacionales de la oposición @mayrasmendoza @MatiasRodrigTDF pic.twitter.com/gakzE0ngvE
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 14 de diciembre de 2017
Las imágenes de hoy, de un Congreso militarizado, generan mucha tristeza. Seguramente miles de argentinxs están sintiendo lo mismo. Son un retroceso enorme. #ConLosJubiladosNO pic.twitter.com/ErMcpHtrzF
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 14 de diciembre de 2017
Poco antes de estos tensos episodios, Cristina Fernández de Kirchner documentaba en su cuenta las conversaciones con la exmandataria brasileña Dilma Rousseff. Ambas intercambiaron impresiones sobre el ‘acoso judicial’ del cual dicen ser víctimas, ahora que tantos miembros del aludido sindicato de presidentes suramericanos de izquierda ha sido desplazado del poder.
El sábado les conté que durante el encuentro con @Dilmabr charlamos sobre el concepto de #Lawfare, con el que se está empezando a denominar en el mundo a estas verdaderas «guerras jurídicas» a las que estamos siendo sometidos algunos dirigentes políticos de la región. pic.twitter.com/ernm66oUWz
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 13 de diciembre de 2017
El objetivo es el mismo en Brasil y acá: ocultar el desastre económico que están llevando a cabo los gobiernos neoliberales en la región. @dilmabr pic.twitter.com/Xstm8cv22q
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 9 de diciembre de 2017
Gracias Evo! Un gran abrazo para vos y para todo el pueblo boliviano. https://t.co/RRbqDs83eX
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 10 de diciembre de 2017
En un encuentro con diputados europeos, Cristina busca espacio para exponer sus puntos de vista y conseguir audiencia en otros países. Y aprovecha para volver a cargar contra Macri.
Ayer recibí en el PATRIA a los eurodiputados alemanes por los Verdes y la izquierda @Dr_KlausBuchner y @HelmutScholzMEP
Vinieron a brindar su apoyo por la persecución que estamos sufriendo y a manifestarme preocupación por el avance del acuerdo de libre comercio Mercosur-UE. pic.twitter.com/yIhT56aV5o
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 13 de diciembre de 2017
Cristina Kirchner ✌🏼️:
En el 2016, con el macrismo, el Fondo regresó a nuestro país y en su misión de septiembre de ese año volvió a la carga contra las jubilaciones. ¿La diferencia? Ahora el Gobierno cumple…. pero con el FMI.— clau (@48Clau50) 12 de diciembre de 2017
Cristina está fuera del gobierno. Lo que nadie puede afirmar es que sea un “cadáver político”. El peronismo, una fuerza popular histórica e incorregible, tuvo que contener el aliento, resignarse a ser minoría y enfrentarse desde la calle a algunos de sus más encarnizados enemigos. A pesar del enorme descrédito que destilan los escándalos políticos y las acusaciones de corrupción vinculadas a su gestión, la cuenta de Twitter evidencia que la expresidenta está dispuesta a dar la pelea y que todavía cuenta con oídos receptivos a favor de sus argumentos.