Reinaldo Iturbe (ALN).- La prestigiosa firma Creddit Suisse revisó al alza sus proyecciones sobre el desempeño del Producto Interno Bruto de Venezuela al cierre de 2022, estimando que la economía brincará 20%, una cifra que ha sorprendido a economistas en Caracas.
El Creddit Suisse había proyectado originalmente un rebote de 4,5% del PIB real. Venezuela sale de un ciclo de hiperinflación con estancamiento luego de ocho años.
El gobierno de Nicolás Maduro ha emprendido una «apertura controlada» que ha permitido un alivio en ciertos estratos de la población y ha aumentado el salario mínimo desde los 2 dólares a 30 dólares.
Aunque la inflación en Venezuela sigue siendo crónica, las estimaciones de Creddit Suisse no lucen descabelladas, tomando en cuenta que los sectores farmacéutico y de alimentos han tenido fuertes rebotes de hasta 30 puntos, al tiempo que se recupera lentamente la exportación de petróleo, lo que ha permitido un mayor flujo de caja.
El Banco Central de Venezuela inyecta todas las semanas al menos 50 millones de dólares al mercado interbancario de compra-venta de divisas, a fin de mantener la tasa estable en una banda que no llega a cinco bolívares.
Asdrúbal Oliveros, director de la local firma Ecoanalítica, cree que la apertura controlada del gobierno puede ampliarse y profundizar un esquema multimoneda, en lugar de decantarse por la opción de las intervenciones cambiarias.
Apertura con límites
Pero la apertura controlada tiene límites. El diputado del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, Elvis Amoroso, dijo en una comparecencia de prensa que los comerciantes que no facturen sus compras con la tasa oficial serán sancionados.
Esto lo advirtió el legislador en un contexto en el que comienza a regir el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras, una ley que pecha las compras efectuadas en divisas con un 3%.
El gobierno aspira aumentar, lógicamente, su recaudación fiscal, dado que el gasto gubernamental ha sido mayormente en dólares y no en bolívares, la moneda de curso legal.
Pese a las restricciones, todo apunta a que la inflación anualizada será de tres dígitos, con un rebote del PIB de doble dígito, tal como ha anticipado Creddit Suisse.