Daniel Gómez (ALN).- Ahora fueron el gobierno de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) los que se mostraron preocupados por el arresto de la expresidenta Jeanine Áñez en Bolivia y dos de sus ministros. La OEA fue un paso más allá y pidió al gobierno de Luis Arce liberar a los detenidos.
En Washington habían guardado silencio hasta este lunes sobre la detención de la expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez y los exministros Álvaro Coimbra y Rodrigo Guzmán.
El gobierno de Estados Unidos habló por medio de la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter.
“Estados Unidos sigue con preocupación los acontecimientos relacionados con el reciente arresto de exfuncionarios por parte del gobierno boliviano”. Por este motivo, Porter “instó a los amigos, vecinos y bolivianos a defender todos los derechos civiles y las garantías del debido proceso”.
Cabe recordar que la detención de Áñez y sus ministros fue polémica. Los acusaron de causar el supuesto golpe de Estado que provocó la dimisión de Evo Morales en noviembre de 2019, luego de haber ganado unas elecciones que la comunidad internacional catalogó de fraude. Los cargos de los que les acusan son los de “sedición, conspiración y terrorismo”, pero por el momento no han presentado pruebas en su contra. De ahí que Naciones Unidas, la Unión Europea y Human RightsWatch se dijeran preocupados y pidieran a las autoridades de Bolivia “respetar el debido proceso”.
Ante el riesgo de fuga, la justicia boliviana dictó cuatro meses de prisión preventiva para Áñez, Coimbra y Guzmán este domingo.
La OEA pide la liberación de Áñez y sus ministros
Desde Washington también se pronunció la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que dirige Luis Almagro. Este fue el organismo que más duro se expresó contra el gobierno de Luis Arce en Bolivia, pidiendo incluso la liberación de los detenidos.
El organismo manifiesta “que ha tomado debida nota de las preocupaciones expresadas en los comunicados de diversas instancias internacionales y expresa su propia preocupación ante el abuso de mecanismos judiciales que nuevamente se han transformado en instrumentos represivos del partido de gobierno”.
La OEA recordó que “en los últimos meses se ha constatado la cancelación o sobreseimiento de diferentes juicios contra partidarios” del Movimiento Al Socialismo (MAS), al tiempo que han crecido “las amenazas de persecución judicial a políticos opositores al gobierno”. Amenazas que “lamentablemente se han concretado en muchos casos”.
Por todo lo anterior, “el sistema judicial boliviano no está en condiciones de brindar las mínimas garantías de juicio justo, de imparcialidad y de debido proceso, por problemas de estructura y en particular de su integración”.
De ahí que la OEA lance estas cuatro peticiones:
– Liberar a Áñez y sus ministros. “La liberación de todos los detenidos en el marco de este contexto, hasta contar con procesos y mecanismos imparciales para determinar responsabilidades”.
– Permitir una comisión para investigar la corrupción. Una comisión en el marco del sistema de la ONU o de la OEA, dicen, para investigar casos desde el último periodo del expresidente Morales hasta hoy, “incluyendo obviamente el período del gobierno de transición”. No hay que olvidar que varios ministros de Áñez han sido acusados de malversación de fondos.
– Juzgar crímenes de lesa humanidad en La Haya. La OEA pide remitir las denuncias sobre eventuales crímenes de lesa humanidad a la Corte Penal Internacional. Tanto el MAS como la oposición se acusan los unos a los otros de haber cometido crímenes de lesa humanidad.
– Reformar el sistema judicial. La OEA pide a Bolivia “un diálogo político profundo de todos los actores políticos, académicos y sociales, así como, de considerarlo oportuno, la cooperación internacional”. Sostiene que “la reforma de la justicia es imprescindible para transformarla legítimamente en un poder del Estado independiente y revertir el proceso acelerado de cooptación que sufre actualmente”.