Daniel Gómez (ALN).- La situación del éxodo nicaragüense es tan dramática como la del venezolano. Son personas que huyen de un país en crisis. Gobernado por un régimen que reprime, que tortura, que mata. Son personas que huyen a la desesperada. Sin dinero. Sin un plan. Y Costa Rica lo sabe. Es el país que está acogiendo toda esta migración. Por eso se siente desbordado. Por eso pide ayuda. “Urgente”.
“Nunca antes la humanidad había tenido tantas ventajas. Nunca antes había sido la humanidad más educada, con mayor acceso a servicios de salud. Nunca antes los avances tecnológicos habían estado tan cerca de solucionar los problemas de la especie. Nunca antes, sin embargo, hubo tantas personas escapando de la muerte”.
Son palabras del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado. Esta semana estuvo en Ginebra, Suiza, como uno de los impulsores del Primer Foro Mundial sobre Migrantes en el que también participaron Etiopía, Alemania, Pakistán y Turquía.
Recordó que América Latina es una región golpeada por la inestabilidad política. Donde millones de personas, de norte a sur, huyen de sus países en busca de una vida mejor. “Escapando de la muerte”.
Por supuesto el presidente se refirió al éxodo venezolano, que se encamina a convertirse en la principal crisis de refugiados del planeta, con más 4,5 millones de personas que han huido del país desde 2015.
Pero también se refirió a lo que ocurre en Costa Rica a consecuencia de la crisis en Nicaragua. Un país donde, al igual que en Venezuela, la gente dice estar harta de un régimen, el de Daniel Ortega, adicto al poder, y con un historial de derechos humanos repudiado en todo el mundo.
La crisis de las protestas que comenzó en abril de 2018 acabó con la vida de más de 400 nicaragüenses, y provocó una crisis migratoria que está golpeando a Costa Rica.
El presidente Carlos Alvarado afirmó que en el país hay “decenas de miles” de migrantes. “Son una vasta mayoría”, agregó.
“Nunca antes la humanidad había tenido tantas ventajas. Nunca antes había sido la humanidad más educada, con mayor acceso a servicios de salud. Nunca antes los avances tecnológicos habían estado tan cerca de solucionar los problemas de la especie. Nunca antes, sin embargo, hubo tantas personas escapando de la muerte”.
Las cifras oficiales precisan que Costa Rica ha recibido 77.000 peticiones de refugio de nicaragüenses desde abril de 2018. Son números incomparables a la tragedia venezolana, pero hay que tener en cuenta que estos dos países son de los menos poblados de la región. Son cuatro millones de habitantes en Costa Rica y seis millones en Nicaragua. En Venezuela, en cambio, son más de 30 millones.
“Venimos a solicitar cooperación para garantizar el acceso de derechos de la población refugiada”, dijo Alvarado en Ginebra.
“Hay riesgo significativo para el desplazamiento continuo de nicaragüenses”, agregó.
“Es una crítica situación”.
Por todo pide “la urgente atención de la comunidad internacional”.