Redacción (ALN).- Un hombre fue condenado a prisión tras declararse culpable de un caso de crueldad animal que conmocionó a toda la comunidad de Massachusetts, en Estados Unidos.
El sujeto identificado como Jonathan Paluzzi, de 45 años y residente de Kingston, admitió haberle suministrado fentanilo a su perro justo antes de apuñalarlo hasta la muerte. El hecho ocurrido a principios de 2024, le costó una sentencia de entre cinco y siete años dentro de una prisión estatal, de acuerdo con reportes de NBC News y reseñado por Infobae.
El macabro caso tuvo lugar el 31 de enero, cuando una llamada al 911 alertó a las autoridades sobre ruidos sospechosos provenientes del apartamento de Paluzzi, ubicado en Kingston Collection Way. Según detalló el medio, el denunciante informó haber escuchado sonidos de forcejeo y los gemidos de un perro, seguidos de un inquietante silencio. Al llegar al lugar, los agentes encontraron el cuerpo sin vida de Brutus, un bull terrier mestizo de aproximadamente 27 kilogramos con múltiples heridas de arma blanca.
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De acuerdo con la Oficina del Fiscal del Condado de Plymouth, Paluzzi enfrentó inicialmente cargos por crueldad animal y posesión de fentanilo, sin embargo, durante la investigación, las autoridades revelaron que el hombre había intentado anteriormente que un veterinario practicara la eutanasia a Brutus, aunque la solicitud fue rechazada debido a que el perro se encontraba en buen estado de salud. Después, Paluzzi intentó envenenar al animal administrándole fentanilo, pero al no lograr su objetivo, recurrió a apuñalarlo con un arma blanca.
Culpable de crueldad animal
Las investigaciones arrojaron que el hombre tenía la intención de “regalar al perro” o de entregarlo a un refugio, pero, al no tener éxito con sus planes de deshacerse del animal, “decidió que la mejor manera de hacerlo era matarlo”, indicó Michael Skowyra, detective de la policía de Kingston.
Según declaraciones de los padres del acusado, el hombre estaba drogado con fentanilo cuando acabó con la vida de su mascota, misma con la cual tenía un vínculo muy estrecho. “Eran inseparables. Cada vez que mi hijo salía a fumar o dejaba la comida de su perro en el suelo, no la tocaba hasta que John regresaba”, afirmó Paul Paluzzi, padre del acusado.
Además de los cargos por crueldad animal, Paluzzi también se declaró culpable de intimidación de testigos, lo que agravó su situación legal, por lo que recibirá una pena de siete años, señaló NBC News.