Redacción (ALN).- El buque Energy Observer partió de Francia en 2017 con dos misiones: ensayar nuevas formas energéticas y ser el exponente de una nueva era en el transporte marítimo, la que viaja sin contaminar, sólo propulsada por el sol, el viento y el hidrógeno que obtiene del agua del mar. Ahora surca el norte de Europa. En 2020 hará las Américas, con múltiples paradas en México y países del Caribe.
Nada de energías fósiles. Todas verdes. El catamarán francés Energy Observer visitará más de 50 países hasta 2022 sólo impulsado por el sol, el viento y el hidrógeno que obtiene del agua del mar. Una vuelta al mundo que ya hubiera querido plasmar Julio Verne en sus obras.
El buque partió el 15 de julio de 2017 desde Francia con dos misiones. Una tecnológica, de ensayo de nuevas formas energéticas. Y otra pedagógica, ser el exponente de una nueva era en el transporte marítimo con cero emisiones de dióxido de carbono, tal como informan en la página web de Energy Observer. En 2018 el catamarán viajó por el mar Mediterráneo, recalando en Palma de Mallorca, Formentera y Valencia. Y en 2019 se centrará en el norte de Europa. En 2020 hará las Américas, con múltiples paradas en México y países del Caribe. En 2021 viajará a Oceanía y Asia y en 2022 acabará la ruta en África.
En las escalas, el capitán Victorien Erussard y la tripulación, cinco personas, marineros todos con experiencia, fomentan la defensa y cuidado de los océanos. Muestran la vida a bordo de un barco convertido también en laboratorio flotante.
La embarcación, de 30 metros de eslora, cuenta con 130 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, dos turbinas de viento y varios hidrogeneradores. Que hayan elegido el hidrógeno como uno de los elementos propulsores no es casual. El hidrógeno es el elemento químico más abundante en el planeta y puede generar hasta cuatro veces más energía que el carbono. El peso del barco apenas llega a las 28 toneladas y ya acumula más de 10.000 millas náuticas recorridas.
Cuentan en un reportaje en El Mundo que la navegación del Energy Observer es sencilla, sin grandes ruidos, a una velocidad de nueve nudos y sin estridencias. Hasta el momento se han invertido 15 millones de euros en este proyecto y están presupuestados otros 15 millones de euros para los próximos años, informa el diario.
“A través de este proyecto inédito queremos inspirar a todo el mundo para tomar conciencia y respeto a los mares. Demostrar que el hombre puede vivir en armonía con la naturaleza y que la transición energética prepara el camino hacia una nueva era económica. La promesa de un mundo mejor”, destaca en declaraciones a El Mundo Jérôme Delafosse, jefe de expedición y producción de una serie documental que relatará la historia de la embarcación en estos años de travesía.