(EFE).- Un tribunal de Bielorrusia condenó hoy a once opositores a penas de privación de libertad de entre cinco y nueve años en cárceles de alta seguridad por participar en grupos de chat «radicales» en Telegram, en un juicio muy criticado por defensores de derechos humanos.
Según informó el Centro de Derechos Humanos Vesná, no reconocido por las autoridades del país, tres opositores fueron condenados a cinco años de prisión por participar en disturbios masivos y siete fueron condenados a ocho años por el mismo artículo sumado a «daños intencionales a bienes ajenos».
El último opositor fue acusado, además de los delitos citados, de llevar a cabo «acciones ilegales con armas de fuego, municiones y sustancias explosivas», después de que la Policía hallase dos pistolas en su poder.
Durante la lectura del veredicto todos los acusados estaban esposados, según los defensores de derechos humanos.
Todos fueron acusados por participar en grupos de chat «radicales» de la red social Telegram.
ACUSADOS DE PLANEAR LA DESTRUCCIÓN DE KIOSCOS
Además se les incriminó por preparar planes para dañar o destruir tres kioscos de tabaco el 29 de septiembre de 2020, fecha en que fue detenida la mayoría de los participantes de los chats.
Vesná cuestionó el proceso, al señalar que el acceso del público al tribunal estuvo restringido y se prohibió grabar las sesiones.
Varios de los acusados afirmaron que habían sido torturados durante la detención o mientras les exigían una confesión «sincera».
En un principio la causa incluía a doce personas, pero uno de ellos, puesto en libertad condicional tras haber reconocido parcialmente la culpa ante la corte, abandonó el país y denunció que había sido golpeado «fuertemente» toda la noche.
«Me golpeaban con las botas, y luego quedaron muchos moratones», declaró a Vesná.
Durante el proceso las autoridades declararon que las cuentas de los primeros dos detenidos fueron hackeadas y utilizadas por agentes de la Dirección Principal de lucha contra el delito organizado de Bielorrusia, para incitar al resto a «delinquir» y citarlos al lugar donde fueron todos detenidos.
Después de las presidenciales de agosto pasado, en las que fue declarado ganador por amplio margen el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko y calificadas de fraudulentas por la oposición, el país fue escenario de multitudinarias protestas pacíficas, reprimidas violentamente por las autoridades.