(EFE).- Un opositor ruso fue condenado hoy a diez días de arresto administrativo por pasear por la Plaza Roja de Moscú con una camiseta en la que exigía libertad para el líder opositor ruso, Alexéi Navalni, actualmente en prisión.
Según informó el portal OVD-info, especializado en el seguimiento de arrestos y la defensa de detenidos, el defensor de derechos civiles Vladislav Kazakov, de la región rusa de Sarátov, a cerca de 900 kilómetros al sudeste de Moscú, fue detenido en la noche del 13 de julio en la Plaza Roja.
El opositor, voluntario de la oficina regional de Navalni hasta que la organización fue declarada «extremista» e ilegalizada, salió a pasear por la principal plaza de Rusia con una camiseta negra en la que estaba escrito con letras blancas «Libertad para Navalni».
El abogado del portal OVD-info encargado de su defensa, Iliá Utkin, indicó que Kazakov fue condenado por «violar reiteradamente» las normas de participación en manifestaciones.
Kazakov viajó a Moscú el mismo día de su detención, después de que personas no identificadas prendiesen fuego a su auto, en cuyo cristal trasero estaba la misma inscripción.
El opositor denunció que tras la ilegalización del movimiento de Navalni comenzó a recibir amenazas por ayudar a un candidato independiente local a organizar su campaña de vista a las elecciones legislativas rusas de septiembre próximo.
REGULACIONES EN LA PLAZA ROJA
El Kremlin regula muy celosamente cualquier actividad pública que se lleva a cabo en la Plaza Roja, y solo tras la autorización directa del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Es por ello que cualquiera que trata de organizar un piquete en solitario o una protesta es detenido de inmediato.
En la Plaza Roja han sido detenidos ecologístas, artistas del performace, manifestantes o personas que han intentado hacer un piquete con un emoticono o simplemente con una hoja de papel en blanco.
La Justicia rusa declaró el pasado 9 de junio «extremistas» a la red de oficinas de Navalni, al Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) y al Fondo para la Protección de los Derechos de los Ciudadanos (FZPG), lo que supone en la práctica el desmantelamiento inmediato del movimiento político del opositor.
Las actividades de la red de oficinas de Navalni, el FBK y el FZPG, fueron prohibidas en el territorio de Rusia y no podrán difundir ninguna información, ni efectuar transacción financiara alguna, participar en elecciones u organizar protestas.
El FBK -azote del enriquecimiento ilícito entre altos cargos rusos- y el FZPG ya fueron declarados «agentes extranjeros» en octubre de 2019 y diciembre de 2020, respectivamente, y desde entonces perseguidas mediante la detención de sus empleados, la congelación de sus activos y registros de sus oficinas.
El propio Navalni, de 44 años, cumple una condena de dos años y medio de prisión por un antiguo caso penal, calificado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como «arbitrario».
Tras su detención, cientos de miles de rusos salieron a las calles de más de cien ciudades a reclamar pacíficamente su libertad, pero fueron reprimidos violentamente por la policía.