Redacción (ALN).- Este viernes se realizaron los actos fúnebres del bebé venezolano Yaelvis Santoyo Sarabia, quien fue asesinado a tiros mientras estaba a bordo de un barco que ingresó a las aguas de Trinidad y Tobago el pasado 5 de febrero, en la Iglesia del Nazareno en Robinson Street.
Su padre, Yermis Santoyo, con las manos sobre el corazón, se debilitó al mirar a su hijo de un año en un ataúd blanco con globos adheridos.
Cuando perdió las fuerzas, los familiares cercanos lo sujetaron antes de traerle una silla para que se sentara, desde la cual lloró, roto.
El niño venezolano fue asesinado a tiros cuando miembros de la Guardia Costera dispararon contra el bote que, según dijeron, estaba tratando de embestir su embarcación después de que se les ordenara que se detuviera.
La lancha transportaba a decenas de migrantes y Yaelvis, quien en ese momento estaba en brazos de su madre, fue el único muertaoa tiros, refiere el Guardian.
Su madre, Dairelvis Sarabia, quien también resultó herida de bala en el incidente y estaba internada en el Hospital Sangre Grande, no pudo asistir al funeral de ayer, porque fue detenida en la Comisaría de Sangre Grande.
El servicio se ofició en español y el bebé Yaelvis fue enterrado en el Cementerio Público de Dabadie.
Al final, familiares y amigos lanzaron globos como homenaje al pequeño.