Daniel Gómez (ALN).- El régimen de Maduro le pidió ayuda a la ONU el 17 de marzo para luchar contra el coronavirus. Y la ONU accedió al considerar a Venezuela un país vulnerable por el “limitado” sistema de salud, la escasez, el colapso económico, la falta de socios humanitarios…
La ONU lanzó este miércoles un plan humanitario de 2.000 millones de dólares para apoyar a los países más vulnerables al coronavirus. Venezuela es uno de los 24 países seleccionados por el organismo, por lo que, si los fondos se reparten de forma equitativa, a Venezuela le corresponderían 83,3 millones de dólares.
Este jueves, Naciones Unidas hizo público el documento que analiza las áreas prioritarias a las cuales destinar la ayuda humanitaria. Ayuda que pidió el régimen de Nicolás Maduro el martes de la semana pasada. “El 17 de marzo, el Gobierno solicitó formalmente el apoyo de las Naciones Unidas para la respuesta al Covid-19 y para hacer frente a sus consecuencias socioeconómicas”, confirmó el organismo.
Agregó la ONU que junto a sus socios “están implementando un plan de prevención y respuesta intersectorial, centrado en la salud, saneamiento, comunicación de masas y conformación de prioridades en los sectores críticos”.
¿Cuáles son esos sectores críticos en Venezuela? El documento de la ONU los detalla e insiste en que la cuarentena está debilitando todavía más las cadenas de distribución en el país. De ahí las siguientes preocupaciones:
Un debilitado sistema de salud
“El sistema global de la salud pública tiene una capacidad limitada. Esto se debe a una combinación de factores, entre ellos la escasez de medicamentos y suministros, la falta de agua regular y electricidad y la migración de los profesionales de la salud. La falta de acceso regular y suficiente a los servicios de lavado en muchas comunidades será́ un reto para la prevención y control”.
El colapso económico
“La pandemia probablemente tendrá́ un impacto negativo mayor en la economía, que ya ha experimentado cinco años consecutivos de contracción. La cuarentena social nacional, incluido el cierre de estaciones de combustible en algunas áreas, ya ha incrementado el precio de los productos básicos. Sistemas de distribución de suministro de alimentos y otros bienes básicos están bajo tensión y dependen de la capacidad del Gobierno para importar productos de primera necesidad en medio de limitaciones económicas internas y externas”.
Problemas en las fronteras
“El cierre de las fronteras con Brasil y Colombia ya está teniendo repercusiones sanitarias, económicas y sociales: las personas que confían en el comercio transfronterizo de sus medios de vida han tenido que dejar sus actividades; personas que requieren la medicina y el tratamiento de Colombia, tales como aquellos con VIH y sida se enfrentan a dificultades para el acceso a ellos; y el uso de los cruces fronterizos irregulares ha aumentado, afectando a monitorización de Covid-19. Las medidas adoptadas para controlar las regiones afectan el flujo de remesas, una fuente importante de ingresos para muchos venezolanos”.
Grupos vulnerables
“Los grupos más vulnerables son las personas mayores de 60 años; las personas con condiciones de salud preexistentes; personas con acceso limitado a los servicios de lavado; personas que padecen inseguridad alimentaria; la población indígena; los trabajadores de la salud, y las personas en movimiento que viven en un alojamiento lleno de gente o centros colectivos”.
Sin socios humanitarios
“Muchos de los 81 socios humanitarios han limitado o suspendido temporalmente sus actividades debido a las medidas de cuarentena. Las restricciones de combustible han llevado la escasez a ciertas áreas, lo que resulta en altos precios del combustible y las restricciones a los medios de reuniones. Los socios humanitarios tendrán que adoptar nuevos métodos de distribución”.
Falta de fondos
“La falta de fondos para la respuesta humanitaria global es un desafío clave. Cuentan con una capacidad limitada debido a la falta de registro de las ONG internacionales y la capacidad del programa mundial de alimentos para entrar en el país y para operar bajo los principios humanitarios son retos adicionales. Las restricciones a la circulación debido a la cuarentena pueden limitar las operaciones. El oleoducto humanitario para los suministros podría verse afectado y estos se vuelven más caros debido a la demanda mundial”.