Redacción (ALN).- El banco de inversiones Torino Capital ve similitudes entre un potencial litigio contra Venezuela por la deuda externa y el que vivió la República del Congo hace más de 10 años. El caso africano se saldó con embargos petroleros, expuso los altos niveles de corrupción del Gobierno y afectó la reputación del país y los intentos de reestablecer el acceso a los mercados financieros.
De acuerdo con un informe del banco de inversiones Torino Capital, existen similitudes entre un potencial litigio contra Venezuela por el problema de la deuda externa y el que vivió la República del Congo hace más de 10 años. El caso africano “constituye un ejemplo de cómo los acreedores lograron embargar exitosamente cargamentos de petróleo en manos de intermediarios del Gobierno congoleño, lo cual, en última instancia, obligó al país a llegar a un acuerdo sobre su deuda externa”, apunta el reporte, firmado por el economista jefe del banco, Francisco Rodríguez.
Entre las similitudes que percibe Torino Capital están las llamadas “exenciones a la inmunidad soberana”, a las que están suscritos los contratos de los bonos de Venezuela y PDVSA (Petróleos de Venezuela), así como estaban los del Congo. Estas cláusulas, estándar en muchos contratos, eliminan -en general- la inmunidad de los Estados a la hora de presentarlos ante los tribunales.
Entre las similitudes que percibe Torino Capital están las llamadas “exenciones a la inmunidad soberana”
También se elimina la inmunidad de su “alter ego”, es decir, en el caso de Venezuela, PDVSA. Esto se debe, según el informe, a que Venezuela es el único propietario de los activos de la petrolera, a que su junta directiva es designada de forma directa por el presidente Nicolás Maduro y a que PDVSA hace contribuciones directas a los programas sociales gubernamentales y fondos extrapresupuestarios.
No obstante, Torino Capital puntualiza que, en el caso venezolano, “existe mucha especulación sobre la posibilidad de que la República transfiera los derechos de extracción y venta de petróleo a otra empresa que no sea PDVSA”.
La historia de la deuda congoleña
Entre los acreedores de la deuda congoleña estaba la compañía Kensington International, una subsidiaria del fondo de inversión estadounidense Elliott Management. Tras varias estrategias fallidas, en 2005 Kensington logró obtener una importante victoria en los tribunales al dar con un cargamento petrolero de 39 millones de dólares desde Bermudas hacia el Congo.
Tras varias estrategias fallidas, en 2005 Kensington logró obtener una importante victoria en los tribunales
“Una corte inglesa determinó que el dueño de este cargamento era una empresa fantasma que el Gobierno del Congo usada para esconder sus activos de los acreedores, y que Kensington podía quedarse con el cargamento”, según describe el informe.
Dos años más tarde, un tribunal belga permitió a Kensington embargar una donación destinada al Congo por valor de 10.500 millones de dólares. Paralelamente, Walker International (otro de los acreedores) también pudo congelar fondos del país africano depositados en el banco francés BNP Paribas.
Estas decisiones llevaron a la república africana a negociar. Entre 2007 y 2008, el país alcanzó acuerdos con Kensington y otros tres acreedores. “El litigio también sirvió para exponer los altos niveles de corrupción del Gobierno del Congo, lo cual afectó su reputación y los intentos de reestablecer el acceso a los mercados financieros”, según recoge el informe.