Caleb Zuleta (ALN).- “Los inversionistas están comprando acciones en parte porque no tienen ningún otro sitio a donde ir”. Por eso sube la bolsa. Por eso Wall Street se muestra en alza. Y todo a pesar de los pronósticos sobre la economía mundial, y la economía de los Estados Unidos.
Es el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, quien explica que “se tiene la impresión de que las acciones están tan altas precisamente porque la economía en conjunto está tan débil”. Krugman habla de “noticias tremendas” sobre la caída de la economía en los Estados Unidos. Y ya sabe, el PIB cayó 5% en el prime trimestre. Pero esto, en su opinión, no significa nada. Porque la situación es peor. De hecho, apunta que el cálculo de 16% de desempleo hecho por la Oficina Presupuestaria del Congreso de los EEUU puede “quedarse corto”. El escenario que viene, augura, puede ser de una “precipitación torrencial”.
Ante una perspectiva económica de esa magnitud, ¿cuál es la consecuencia en el mercado bursátil? Que las acciones actúan como refugio. De hecho, las caídas iniciales cuando comenzó la crisis del coronavirus, según Krugman, han vuelto a su lugar. ¿Y por qué? Krugman lo explica en un reciente análisis: La Bolsa sube mientras la economía se hunde.
Se pregunta: “¿Cuál es la principal alternativa a invertir en acciones?”. Responde: La deuda pública. Pero pasa que esta “ofrece una rentabilidad increíblemente baja”. Los bonos del Tesoro de los Estados Unidos rinden 0,6% frente al 3% que rendían en 2018. “Y si lo que quieren son bonos protegidos contra la inflación futura, la rentabilidad es de -0,5%”. Y el rendimiento muestra estos niveles tan bajos porque el mercado hace dos lecturas:
Que la economía estará deprimida por varios años.
Y porque la Reserva Federal “mantendrá la política de dinero fácil en un futuro predecible”.
Anulada la posibilidad, de los bonos, quedan las acciones. Y de empresas que siguen siendo rentables a pesar de la crisis del coronavirus. A pesar de esta recesión que ya los expertos ubicaron al nivel de la Gran Recesión de 1929. Esas acciones, señala Krugman, “parece de lo más atractivo”.
Paul Krugman sentencia que “se tiene la sensación de que las acciones están fuertes precisamente porque la economía real está débil”. Y cómo se explica que las acciones cayeron cuando se conocieron las primeras noticias de la pandemia y su impacto en la economía. Krugman cree que fue porque “durante unas semanas de marzo el mundo se balanceó al borde de una crisis financiera similar a la de 2008, lo que hizo que los inversores huyesen de todo lo que presentara el más mínimo asomo de riesgo”. Pero luego vino la intervención de la Reserva Federal. Las medidas “audaces” de la Reserva Federal “que se apresuró a comprar activos en un volumen y una gama sin precedentes”.
Remata Krugman que “ sin estas medidas estaríamos afrontando una catástrofe económica aun mayor”.